Por Pedro Fernández
«Señoras y señores, son las doce y media y en veinte minutos aterrizaremos en el aeropuerto de Rockford, Chicago…
Pero antes, aquí a mi lado tengo a un invitado muy especial que está deseando deciros algo…». La voz del piloto interrumpe la algarabía formada por los múltiples corrillos improvisados que inundan el ‘Surfer Girl’. El carácter hispánico se deja sentir en el avión europeo. Esa persona especial es José María Olazábal, quién si no. El micrófono pasa de capitán a capitán. Se hace el silencio.
Es un momento emocionante. La primera charla de Olazábal en la Ryder. Habla en inglés. Todos escuchamos. Abrimos los ojos para no perder ni un detalle, como si fuéramos a oír mejor. Nos dice que está muy contento del equipo que se ha formado, que está convencido de que Europa hará un excelente papel y que la familia y los amigos seremos una parte importante esta semana. Son apenas dos minutos que pasan volando y terminan con una declaración de intenciones: «seguro que dentro de ocho días habrá una gran fiesta en este mismo avión». Bravo Chema, así se habla. Desde luego, sabe tocar la fibra.
Europa ya está en Chicago. No hay que lamentar ningún incidente. Todo en orden. El viaje ha sido extraordinario y el ambiente una pasada. No he pegado ojo. El maestro de ceremonias ha sido el gran Miguel Ángel Jiménez. Menudo crack. Vaya vicecapitán. El avión era algo así como el Titanic de grande. Una barbaridad. El equipo estaba en la parte delantera de la nave y había una barra de bar en medio separando la zona trasera donde estábamos los familiares y amigos. Pero con el ‘Pisha’ no hay división que valga. Se ha colocado detrás de la barra y se ha puesto a hacer de las suyas. Muchas risas y muy buen rollo. Hay pocas personas mejores que Miguel para insuflar en el equipo ese buen ambiente que busca Chema.
¿Sabéis lo que me dijo Olazábal nada más verme en el desayuno esta mañana antes de emprender el viaje? «Pedro, qué tal, ya me dijo Miguel que venías, bienvenido y espero que disfrutes de la experiencia. ¿Hiciste de caddie a Jiménez en los pares 3 de Augusta, no? Pues bien, multiplica por diez aquel ambiente. Lo que vas a vivir esta semana en Chicago es una experiencia impresionante, no tiene comparación». Y yo claro, con los pelos de punta y la boca abierta.
El viaje ha sido una delicia. Se me han pasado las ocho horas en un plisplás. Claro, la compañía hace mucho. Hemos ido junto a los padres de Sergio García, Víctor y Consuelo, Álex Larrazábal, la madre de Olazábal, su hermana, sus sobrinos y Sergio Gómez, su manager. Muy divertido. Del equipo, que supongo que es lo que más os interesa, venían Olazábal y todos los vicecapitanes, Paul McGinley, Miguel Ángel Jiménez, Thomas Bjorn y Darren Clarke, mientras que de los jugadores estaban Nicolas Colsaerts, Paul Lawrie, Peter Hanson y Francesco Molinari. El resto, como sabéis, ya esperaban en Estados Unidos.
El recibimiento en el aeropuerto ha sido espectacular, pero eso, os lo contaré un poquito después… Son las seis de la tarde en Chicago. Toca descansar… Enseguida… Mi novia Nuria me pone las pilas, duchita rápida y a la calle, que hay mucho que ver por ahí fuera…
