Inicio Ryder Cup Los de azul sacan la maza, el genio y la pasión

Los de azul sacan la maza, el genio y la pasión

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Final feliz de primera jornada para los chicos de Paul McGinley. Domina Europa 5-3 y, lo que es más importante, en los foursomes de la tarde, con un parcial severo de 3,5-0,5, retomaba la iniciativa y recuperaba el temple y la sonrisa.

Da la sensación de que los dos capitanes tenían un plan establecido para los ocho partidos del día y ninguno modificó nada. En el caso de Tom Watson parecía normal y razonable obrar así, puesto que su equipo salió vencedor del primer envite y además tenía esperando en el banquillo a cuatro miuras: Furyk, Kuchar, Mahan y Zack Johnson. A McGinley, sin embargo, seguro que le asaltaron algunas dudas…

No hubiera resultado extraño que pusiera en marcha un plan B de urgencia, sobre todo mirando al rendimiento ofrecido por Sergio y Rory en los fourballs. Pero él se mantuvo firme en los planteamientos iniciales y, a juzgar por los fríos resultados, acertó. Seguramente tenga ello que ver con ese modo de proceder al que se refería el capitán en los días previos, esa línea estratégica a seguir marcada y curtida en anteriores ediciones, casi todas exitosas.

Lee Westwood, sobre el que planeaban algunos fantasmas tras un año de cierto atasco en su juego, ha ejercido de peso pesado cuando más falta hacía, abriendo el fuego en la jornada vespertina. Muy bien secundado por Donaldson, por cierto, metido en faena desde el pitido inicial, como si la etiqueta de novato no fuera con él. El galés los tiene bien puestos. Han sido el mejor foursome del día, con un parcial sensacional de cinco menos en 18 hoyos. Por cierto, Westwood se transforma en los greenes cuando llega la Ryder, por momentos parecía el espíritu de Luke Donald pateando en Gleneagles.

Stenson y Rose son la roca. Esa pareja que por momentos parece indestructible, aunque también hayan pasado sus apuros. El dique de contención de Europa el primer día. Ese mérito hay que anotárselo a McGinley. Y Dubuisson… El francés ha llevado la voz cantante jugando junto a McDowell, y con eso está casi todo dicho tratándose de un joven debutante. Aunque al final, eso sí, fuera el norirlandés quien embocara el putt que amarraba el punto. No puede irse G-Mac a la cama sin hacer alguna de las suyas. Fue un partido de supervivencia y se llevaron por delante a Mickelson y Bradley. La pareja americana pareció por momentos desangelada, como si el día se les hubiera hecho largo o se hubieran vaciado ganando en fourballs a Sergio y McIlroy.

En cuanto a Rory y García, realmente resulta complicado entender cómo y por qué han andado tan irregulares y hasta fallones durante casi todo el día, con algunos destellos, sí, pero yendo casi siempre a remolque, hoyo tras hoyo. Quizá no haya mucho que comprender. Es la Ryder y punto. A ambos los ha salvado su actitud. Gracias a ella llevaban el partido de fourballs hasta el 18, aunque cayeran finalmente, y sobre todo arrancaban medio punto épico en los foursomes, si tenemos en cuenta que se habían plantado en el tee del 17 dos abajo. Acabaron con tres birdies. Una actitud siempre positiva, incluso cuando los errores de uno y otro iban encadenándose. Ellos, que venían sufriendo, han puesto al final del día las pinceladas más vistosas de fe y de pasión: ese puro de Rory en el 17, esa madera fantástica de Sergio en el 18…

Así vivimos en directo los foursomes