Inicio Ryder Cup Miguel Ángel Jiménez: el veterano de la expedición huye de triunfalismos

Miguel Ángel Jiménez: el veterano de la expedición huye de triunfalismos

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Todo equipo Ryder que se precie debe tener un buen equilibrio de novatos y veteranos…

En el equipo americano la cosa va de Anthony Kim, con 23 recién cumplidos, a Kenny Perry, que ya tiene 48 tacos. Y en el equipo europeo están, por un lado, los tres del año 1980 (Sergio García, Justin Rose y Oliver Wilson), y por otro Miguel Ángel Jiménez, que a sus 44 años es el veterano de la expedición europea.

 

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"Soy el abuelete del equipo", recuerda orgulloso Miguel Ángel. "Pero los demás también saben jugar al golf. Algunos son novatos, pero quieren jugar y formar parte de la Ryder Cup, y son excelentes jugadores".

Esta es la tercera Ryder de Miguel Ángel, y además conoce Valhalla. "El campo está en condiciones magníficas. Se parece un poco al del PGA Championship que jugué en el 2000. Han hecho algunos cambios en algunos greenes y tees, pero está en muy buenas condiciones y creo que va a ser una prueba para esta competición".

El juego y los resultados de los jugadores europeos durante el 2008 dan pie al optimismo. Están jugando mejor y se crecen en la Ryder. Pero la veteranía es un grado y Jiménez avisa: "Hemos ganado las últimas Ryder Cups … y estamos jugando bien. Pero nunca se sabe lo que puede pasar. Vamos a tener que estar calmados y concentrados. La gente dice que somos favoritos, pero nunca se sabe lo que puede pasar cuando sales a jugar. Lo que está claro es que va a ser una competición muy interesante". 

Y Sergio, ¿por qué juega tan bien las Ryders?: "El juego de Sergio se adapta a cualquier formato. Le pega largo, le pega recto y tiene un carácter muy bueno. Siempre es jovial y agradable en el campo. Eso mantiene alta la moral y el juego de todos y es una muy buena contribución para el equipo".

Con el peor inglés de la Ryder (probablemente comparable al de Boo Weekley) y la mejor actitud, Miguel Ángel va a ser importante para el equipo de Faldo, siempre y cuando se pueda sentir como en casa en tierras lejanas. Alguien recuerda que en su primera Ryder, Jiménez pidió una buena máquina de café espresso en el cuartel general europeo. "Tenemos máquina de espresso, pero no es buena", anuncia Jiménez entre risas. "Pero también me he traido mi vino tinto, Rioja, y mis puros, por supuesto".