Miguel Ángel Jiménez habla por primera vez de la capitanía de la Ryder Cup. Lo hace alto y claro. Desde lo más profundo de su corazón, sin pliegues ni torceduras. «Ya no voy a ser capitán de la Ryder Cup y es una pena. Una espina», asegura el malagueño.
Jiménez se siente triste y muy decepcionado. Está convencido de que se lo había ganado por su trayectoria en el Circuito Europeo. No tanto en esta edición de París 2018 como en la pasada de Hazeltine. Está dolido porque no le convencen las explicaciones que le han dado. «Tienes que perfeccionar el inglés», me dijeron. «Sinceramente, me pareció una excusa un poco bananera… con todos mis respetos hacia las bananas, que están muy ricas», asegura. Y es que Miguel Ángel estará triste, pero nunca pierde su sentido del humor.
Jiménez se volvió a ofrecer al Circuito Europeo para ser capitán en la próxima Ryder Cup de París. Eso sí, lo hizo con todas las cartas boca arriba y la honestidad por bandera. Envió un correo electrónico a Keith Pelley, jefe ejecutivo del European Tour y le dijo que estaría encantado de ser capitán de la Ryder, aunque quería dejar claro que en los dos próximos años se iba a centrar en el Champions Tour, por si había algún inconveniente al respecto. «Quería ser honesto porque yo he sido de los que he defendido en nuestro comité que el capitán tiene que estar jugando el Circuito para estar cerca de los jugadores», señaló. Pelley agradeció su franqueza y profesionalidad y unos días después salió elegido Thomas Bjorn.
Aquí les dejamos la charla completa con Miguel Ángel Jiménez sobre la Ryder Cup… Alto y claro. Con sentimiento.
