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El proceso de recomposición de Sergio para llegar a la Ryder

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Sergio García. © Golffile | Ken Murray
Sergio García. © Golffile | Ken Murray

Sergio García está preparado para jugar la Ryder Cup y así se lo ha hecho saber a Thomas Bjorn. En este sentido, el golfista español no es sospechoso. En 2010 habló con Colin Montgomerie y no pudo ser más sincero. Le confesó al capitán del equipo europeo en Celtic Manor que no se sentía en el mejor momento para ayudar al equipo. En cierto modo, en una actitud plena de honestidad, se autodescartó para ser una de las tres elecciones (entonces había una menos). Por este motivo, no debe haber ninguna duda de que si ahora ha dado un paso adelante y le ha dicho a Bjorn que está listo para el desafío es porque lo está.

Sólo hay que ver los resultados de hace dos meses para comprobar que Sergio no estaba bien, sin embargo tras el Wyndham Championship puso en marcha un proceso de recomposición con el objetivo de recuperar lo antes posible su mejor nivel. El jugador de Borriol, que se quedó a un solo golpe de meterse en la FedEx Cup, decidió ‘olvidarse’ de la Ryder Cup, al menos como objetivo inmediato, y se centró únicamente en encajar de nuevo las piezas de su juego.

Nadie duda de que la mejor versión de García tendrá siempre un lugar preferente en una competición como la Ryder, por todo lo que ha demostrado, con sus ocho participaciones, sus 37 partidos y sus 22,5 puntos sumados, los mismos que logró Seve Ballesteros y por detrás únicamente de Nick Faldo (25), Bernhard Langer (24), Colin Montgomerie (23,5) y Lee Westwood (23) en la clasificación histórica de Europa.

Por todo ello, Sergio decidió cambiar sus prioridades. La Ryder sí, claro, pero antes necesitaba recuperar la frescura en el campo, las buenas sensaciones, tenía que resetear, desconectar, reencontrarse de alguna manera consigo mismo. A eso ha dedicado las dos últimas semanas. Puede parecer que no es mucho tiempo, pero sí suficiente para un jugador que depende tanto del ‘feeling’.

García viajó a España y ha pasado estos días cerca de su familia y sus amigos, en su entorno. Ha recargado pilas y las buenas sensaciones han vuelto a fluir. Obviamente, es imposible saber a día de hoy cómo va a rendir en la Ryder Cup, pero al menos Sergio sí tiene claro que mentalmente está más que preparado para el desafío y que su juego vuelve a estar donde él quería. Todo este proceso está muy ligado a la parte mental, no en vano hay pocos deportes donde la cabeza juegue un factor tan decisivo como el golf. La frescura mental de Sergio se transmite también en su golf.

Thomas Bjorn ha elegido a Sergio García porque el de Borriol, en cierto modo, está de vuelta y eso es una extraordinaria noticia para el equipo europeo. Eso sí, ahora queda la parte más difícil de este proceso: demostrarlo en París.