Durante la conferencia de prensa ofrecida ayer en las instalaciones de Whistling Straits, sede de la 43ª edición de la Ryder Cup el próximo año, el capitán del equipo estadounidense, Steve Stricker, dejó claro que tanto Tiger Woods como Phil Mickelson entran en sus planes y podría contar con ellos aunque no lograran clasificarse directamente para su equipo.
Tiger y Phil suman más de 20 apariciones en la Ryder Cup entre ellos y han sido dos de los fijos en el vestuario americano desde mediados de los 90. Y aunque el año que viene, cuando se dispute el torneo, tendrán 44 y 50 años respectivamente, su capitán cree que tendrán la oportunidad de estar en Wisconsin.
«Creo que los dos son muy capaces de formar parte del equipo», dijo Stricker. «Ambos son fantásticos en el vestuario, han formado parte de muchos equipos y tienen una gran experiencia. Dejar fuera a cualquiera de los dos sería complicado por lo que representan y lo que le han dado a los equipos a lo largo de los años», añadió.
Los dos fueron seleccionados por Jim Furyk en la última edición de la Ryder, en París, pero tuvieron serios problemas y se marcharon a casa con seis derrotas: cuatro de Tiger y dos de Mickelson. La del Paris National fue la primera aparición de Woods desde la Ryder de 2012, aunque las cosas han cambiado para él desde entonces… A día de hoy, ocupa la cuarta posición en la clasificación de puntos de Estados Unidos en gran parte por su victoria en el Masters de la pasada primavera.
Mickelson, por su parte, no ha faltado a ningún equipo desde la Ryder de 1993, aunque no está atravesando su mejor momento de juego… Aun así, es posible que Tiger cuente con él para la Presidents Cup de diciembre. «Tiger ha jugado bien este año y ahora hará su propio equipo para la Presidents. Todos sabemos qué clase de competidor es. Y Phil parece que está mejorando físicamente, ha adelgazado y le está pegando más fuerte a la bola. Todo es posible con él», añadió Stricker.
Sin ‘sorpresas’ en la preparación del campo
En cuanto a lo que el equipo europeo se encontrará cuando aterrice en Wisconsin a finales de septiembre del próximo año, el capitán del equipo estadounidense aseguró que la preparación del campo que llevarán a cabo para el torneo no será tan exigente como la de la pasada edición de París. «No habrá trucos», dijo.
«Ellos saben cómo nos gusta configurar los campos de golf y nosotros sabemos cómo les gustan a ellos», señaló Stricker. «Estoy seguro de que Harrington (capitán del equipo europeo) tiene en la mente que va a ser así, igual que cuando vayamos a Europa la próxima vez, en Roma 2022, estoy convencido de que nos encontraremos un recorrido parecido al Paris National«, añadió.
«Aquí no va a ser un ocho en el Stimpmeter como en París (2,5 metros y medio en la medición de velocidad de los greenes). No será tan duro, pero igualmente propondremos un desafío porque se trata de un campo de tipo links, donde el juego por el aire tendrá una gran importancia», explicó Stricker.
