Aunque logró imponerse en su partido individual del domingo, la Ryder Cup de Xander Schauffele no fue todo lo buena que le hubiera gustado. Antes de sumar un punto ante Nicolai Hojgaard, había perdido tres en los foursomes y fourballs del viernes y el sábado. Y según desvela The Times, su presencia en el equipo estadounidense estuvo en el aire hasta pocas semanas antes del evento disputado en el Marco Simone de Roma.
Stefan Schauffele, padre de Xander, aseguró a este medio que la participación del jugador como parte del equipo liderado por Zach Johnson estuvo en duda debido, entre otros motivos, a una disputa sobre un acuerdo que concedía a Netflix el acceso al vestuario del equipo para su docuserie Full Swing. Y al parecer, este problema no se resolvió hasta pocas semanas antes del torneo, cuando el equipo viajó al campo. Stefan aseguró también que la PGA de América utilizó «tácticas de mano dura».
Un reportaje de Sky Sports durante la Ryder Cup aseguraba que hubo fricciones en el vestuario del equipo estadounidense y que Patrick Cantlay estaba en el centro del conflicto sobre su creencia respecto a que los jugadores que disputan el torneo deberían cobrar. El periodista Jamie Weir compartió que «antes de la Ryder se informó ampliamente de que tanto Cantlay como Schauffele eran los que se negaban a permitir el acceso de las cámaras de Netflix al vestuario».
Cantlay, que jugó dos veces junto a su buen amigo Schauffele, desmintió los rumores. Aunque Stefan afirmó que su hijo había remitido en julio una solicitud para realizar tres cambios en el documento que todos los jugadores debían firmar antes de una fecha concreta de septiembre, bajo la ‘amenaza’ de ser excluidos si no lo hacía. Unas modificaciones relacionadas con su desacuerdo sobre el trato de participación y beneficios de los jugadores de la Ryder Cup., uno de ellos respecto al acceso de Netflix al vestuario.
Zach Johnson y sus jugadores finalmente decidieron vetar el acceso al vestuario a las cámaras para «preservar el carácter sagrado del equipo estadounidense», tras llevar a cabo una votación interna. Pero la situación estuvo a punto de saltar por los aires. «La PGA de América ni siquiera estaba dispuesta a hablar con nosotros sobre estos tres cambios», dijo Stefan a The Times. «Fue muy tarde, justo antes de que el equipo viajara a Roma para entrenarse, cuando nos dijeron que si no firmábamos, estábamos fuera del equipo, pero jamás nos facilitaron la información de contacto de su asesor legal», añadió.
«El sábado por la mañana del 2 de septiembre por fin el jefe de la PGA de América se enteró de este tema, porque no era él quien lo estaba bloqueando, y puso a nuestros abogados en contacto con su asesor legal. Tardaron sólo unas horas en arreglarlo y recibí el mensaje de que Xander seguía en le equipo. Ese es el alcance de este tema y creo que es algo vergonzoso», detalló.
El padre de Schauffele cree que el tema económico (los jugadores no cobran por la Ryder) es un punto de discordia, pero asegura que no se discutió en Roma «porque no era ni el lugar ni el momento apropiado». Aunque cree que es algo que se debe resolver. «La PGA de América y la Ryder Cup de Europa tienen que ser más transparentes y desvelar cómo se distribuye el dinero de la Ryder. Están utilizando derechos de los jugadores para ganar dinero y los estadounidenses no cobran».
Stefan cree que «esto dejaría de ser un problema si los beneficios netos se donaran a causas benéficas comunes» porque ahora «se pide a los jugadores que regalen su tiempo en nombre del patriotismo». Según el padre de Schauffele, «la PGA de Estados Unidos utiliza este dinero y el PGA Tour se queda con un 20% que va a parar a la jubilación de cada miembro, y los 12 jugadores supuestamente tienen que ‘comérselo’ mientras se abusa de su propiedad intelectual en beneficio de otras 200 personas, eso no está bien».
«Si la PGA de América es una organización con ánimo de lucro, deberían hacer que los jugadores participaran en los beneficios en lugar de ser tan opacos», insistió Stefan. «Deberían revelar las cifras, y entonces deberíamos sentarnos en la mesa y hablar. Alternativamente, pueden donar todos los beneficios después de abrir los libros de cuentas a una organización benéfica de nuestra elección conjunta, y entonces jugaremos felizmente gratis. Por favor, imprima eso», afirmó.
«Creo que es absolutamente incontrovertible», continuó. «Imagínense que los ganadores se llevaran 2 millones de dólares y los perdedores nada. ¿Qué clase de competición tendríamos ahora? Creo que podría ser mucho mejor. No veo nada negativo en ello. Creo que tenemos que hablar de ello sin sacar el tema del patriotismo, que me parece un golpe muy, muy bajo. Porque están muy equivocados, especialmente estos (miembros de la PGA of America) no tienen espejos en sus casas porque son los que no son patrióticos. Esperemos que la conversación, en serio, conduzca a charlas al respecto que tengan sentido. Y entonces todo el mundo podrá estar contento», finalizó.
Estaba claro que con el desmentido de Cantlay no iba a ser suficiente para frenar la polémica sobre el dinero de la Ryder, pero Stefan Schauffele le ha echado un bidón más de gasolina al fuego…
Lo que textualmente dijo Cantlay fue que no se habia hablado del tema economico «esa semana». Mas claro el agua. Una foto de Cantlay luciendo su gorra en la Presidents Cup (donde si cobran por jugar) dejaria bien clara la realidad.
¿Y todavia se preguntan que diferencia hay entre ambos equipos? Facil, en un equipo algunos piden dinero por jugar y el otro todos estaria dispuestos a pagar por jugar.
Tienen razon- Ganan dinero y los verdaderos protagonistas, no: capitalismo salvaje puro.