7.40 de la mañana en el Marco Simone de Roma. Acaba de salir el primer partido de la segunda jornada de la Ryder Cup. Se enfrentan en foursome Rory McIlroy y Tommy Fleetwood contra Justin Thomas y Jordan Spieth. Justo después de pegar la salida, comienza a desplegarse un enorme tifo en la grada situada a la izquierda del tee. Los aficionados ayudan a abrirla sobre sus cabezas, orgullosos, bajo la atenta mirada de Javier Ballesteros, el hijo mayor de Seve, Luke Donald, capitán de Europa, y José María Olazábal, vicecapitán. El tifo tiene la siguiente inscripción: «Per sempre nei nostri cuori», «Por siempre en nuestros corazones».
El momento ha sido precioso, los aficionados han recordado a Seve y hasta se ha visto la ya mítica pancarta de «Do it for Seve», «Hacedlo por Seve». Quizá el timing no ha sido el ideal, entre el primer y segundo partido del foursome. Seguramente habría generado un mayor impacto minutos antes de empezar la jornada, o incluso mañana antes de los individuales, aunque no hay que descartar que se vuelva a repetir este domingo. En cualquier caso, el gesto ha sido muy bonito, el tifo es precioso y es simplemente una muestra más del reconocimiento mundial de que la Ryder Cup no sería lo que es hoy sin la figura de Seve Ballesteros.
Así se ha vivido el momento en el tee del 1 del Marco Simone:
