Inicio Seve, cuarenta aniversario de pro Él allí sí la paraba…

Él allí sí la paraba…

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Recuerdo una escena con Severiano como protagonista que se me quedó grabada para siempre. Corría el año 80, British Open, Muirfield, vuelta de prácticas, hoyo 6…

Era un hoyo largo que además se estaba jugando con viento en contra. La mayoría de los golfistas sabían que durante el torneo el lugar para protegerse era a la derecha del green, así que todos estaban allí, pegando un golpe detrás de otro, practicando. Era un rough alto, tremendo, rough British, para que nos entendamos.

Fueron pasando grupos, evidentemente, los mejores del mundo estaban allí, y nadie conseguía parar la bola en el green desde aquel rough. Lo intentaban una y otra vez, pero nada. En esas llegó Seve y ¡zas!, a la primera. Era el único que podía hacerlo. Era especial. Los demás intentaban hacer el mismo golpe, pero no podían. Miraban lo que hacía Seve, se fijaban y alucinaban porque ellos no podían hacerlo.

Cuando Seve se hizo pro el golf cambió en España y en Europa. La prueba más tangible es la Ryder Cup. Si no llega a aparecer Ballesteros, seguramente hoy seguiría siendo un enfrentamiento entre británicos y americanos. Seve forzó que entrase la Europa continental y cambió el golf, igual que hizo Arnold Palmer, probablemente el único que ha tenido un carisma similar al del cántabro.

Severiano metía al espectador dentro del juego. Ha sido el jugador que más ha hecho vibrar a los aficionados, lo vivían con él. Faldo tiene seis grandes, por ejemplo, pero no tenía lo de Seve, o Tiger, cuyo carisma es por dominio más que por forma de ser. Lo suyo ha sido una dominación absoluta porque destruía a los rivales, pero no tiene ese enganche al juego que provocaba Seve.

* Gonzaga Escauriaza, presidente de la Real Federación Española de Golf