Inicio Seve, cuarenta aniversario de pro Liverpool, Open Británico de 2006

Liverpool, Open Británico de 2006

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El otro día, esperando una llamada, recibí otra, era Alejandro Rodríguez (sí, de Ten-Golf), que me llamaba para contarme algo que ni siquiera yo sabía, hoy sábado 22 de marzo se cumplen 40 años desde que mi padre se hizo Profesional. ¡¡Cuánto tiempo!!

Para recordar este día me gustaría contaros mi experiencia haciéndole de caddie en el Open Británico de 2006, su último British Open, que además lo jugó porque se lo pedí yo… como para no estar contento.

Si no recuerdo mal llegamos el domingo anterior a Liverpool y nos fuimos a la casa donde nos quedábamos, que estaba muy cerca del campo, pero dejaba bastante que desear, sobre todo porque no tenía cortinas y con lo pronto que se hace de día en verano en Inglaterra allí no había quien durmiera.

Allí todos los días eran especiales, aunque yo quería que llegase el jueves. Los días de entreno practicamos con Ángel Cabrera, Andrés Romero, Sandy Lyle, Stuart Appleby y quizás alguno más que se me olvida, pero todos ellos te llamaban la atención por algo: Cabrera le pegaba durísimo y bola alta, Romero siempre al draw con esa facilidad que caracteriza a los argentinos, Lyle me pareció muy alto y me sorprendió lo largo que todavía le pegaba y Stuart Appleby, vaya swing rítmico y cortito, muy sólido.

Y por fin llegó el jueves, jugábamos con Shaun Micheel e Ian Poulter, que la verdad se nos presentó con una vestimenta… digamos peculiar, llamativa vamos.

Siempre había oído lo mucho que querían y quieren a mi padre en las Islas y el jueves entrando al tee del uno lo pude comprobar en persona por primera vez, ¡vaya ovación cuando aparecimos! Yo tenía 16 años y aluciné, porque no es lo mismo que te lo digan que comprobarlo. Fue la primera de bastantes ovaciones. Fue muy bonito tener la suerte de comprobar cómo querían a mi padre en las Islas Británicas, muy, muy bonito y especial.

Respecto al torneo, no pasamos el corte, aunque no jugó mal la verdad, pero se notaba que ya no entrenaba como antes, de hecho como he mencionado, jugó ese Open porque yo quería hacerle de caddie.

Del jueves y el viernes hay un par de anécdotas de las que me acuerdo. Creo que fue el primer día en el hoyo 4, un par 4 en el que de salida pegó una madera 5 muy mala, corta y a la izquierda. De allí la sacó hacia delante como pudo y aquí viene lo bueno: bandera corta a la izquierda, pegada a los bunkers y estábamos a unos 10 o 15 metros del green con búnkers por delante, la bandera pegada a ellos y sin mucha posibilidad de frenar la bola por lo cerca que estaba del green… Y sólo se me ocurre a mí decirle que está muy difícil hacer par… Me mira, se ríe y me dice, eso un buen caddie no lo diría nunca… y claro después de eso va y la deja al lado… nunca perdió la magia en el juego corto.

La otra anécdota buena fue en el hoyo 10, diría que el viernes, el segundo día. Pegamos el drive a calle de salida en el par 5 y tenemos madera 3 a un green en alto. Recuerdo que pegó un gran segundo golpe pero no vimos el resultado porque el green estaba en alto y nadie aplaudió por lo que pensábamos que o se había pasado o se había quedado corta en algún búnker. Para nuestra sopresa cuando llegamos al green la bola estaba a unos cinco o seis metros de bandera y le pregunto a mi padre que por qué no había aplaudido nadie, y otra vez riéndose me mira y me dice ya sabes, ¡estos ingleses que no saben de golf!

Fue una gran semana, siempre será un gran recuerdo.

* Javier Ballesteros, hijo mayor de Seve