Inicio Larrazábal ficha a Larrazábal para el ‘banquillo’

Larrazábal ficha a Larrazábal para el ‘banquillo’

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Pablo Larrazábal ha cambiado de entrenador. El jugador decidió dar por finalizada su relación con Damien Taylor después de la pasada Final de Dubai y ha estado trabajando a destajo con el nuevo, que no es otro que su hermano Alejandro. El menor de los Larrazábal está muy contento de cómo marchan las cosas. Por dos razones muy claras. Una: considera que su swing está en vías de ser mucho más sólido y estable. Y dos: cree que con su hermano hay una gran compenetración, de manera que cada cambio lo hace de un modo más natural, mejor explicado y asimilado. Hay más acuerdo en todo, digámoslo así. Alejandro lleva años trabajando junto a su hermano, pero nunca de un modo expreso y a tiempo completo en la faceta técnica. 

En Abu Dhabi, desde luego, no le han ido demasiado bien las cosas a Pablo, aunque su juego con los hierros ha estado casi de sobresaliente. Otro asunto ha sido el drive, demasiado irregular. Y, por supuesto, el putter: no ha metido absolutamente nada. 

La temida niebla apenas apareció. Si acaso, una ligera bruma en las horas más tempranas. En todo caso, muy bien hizo Miguel Vidaor en prever el peor escenario y establecer  los horarios de salida de tres en tres por un solo tee, porque un retraso prolongado (las previsiones daban niebla casi sí o si…)  hubiera causado tremendos trastornos, ya que no hay muchas horas de luz y cabía la posibilidad de haber tenido que terminar el lunes (hay que recordar que el Qatar Masters, siguiente parada de la Gira, comienza el miércoles). 

Cuatro hoyos en uno se habían dado en el Abu Dhabi Golf Club después de las tres primeras jornadas. ¿Tiene algo especial este campo en este sentido? Veamos: en 2014 y 2013 no se hizo ningún hoyo en uno, pero en 2012 se hicieron tres, los mismos que en 2011, y uno más en 2010… Se puede concluir que es en efecto un campo ligeramente propicio para estas pequeñas hazañas. Pensemos que el récord en la historia del circuito europeo es de seis hoyos en uno en un torneo (Mediterranean Open, 1991). Así que preguntamos aquí y allá, sobre todo a los jugadores y sólo hay acuerdo en un punto: lo cierto es que los cuatro pares 3 de este recorrido son más bien cortos para los profesionales. Desde luego, largos no son. Entonces, abundan los disparos con hierros 7, 8 y 9 que siempre tienen más posibilidades. 

Por el contrario, es un recorrido donde los eagles son muy caros. En los últimos cinco años nunca se ha superado la cifra de veinte eagles, y a veces ni siquiera la de diez… Tengamos en cuenta que, para no irnos muy lejos, la pasada semana se firmaron 49 eagles en el Open de Sudáfrica. Y en el Alfred Dunhill de Leopard Creek se llegó a la cifra de 38.