Inicio Larrazábal, listo para superar el ‘síndrome del otro lado del charco’

Larrazábal, listo para superar el ‘síndrome del otro lado del charco’

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Pablo Larrazábal, muy recuperado de las molestias en la espalda que lo martirizaron en el último British Open, ha cruzado ya el charco para afrontar dos semanas de competición en Estados Unidos. World Golf Championship Bridgestone y PGA Championship. Citas del máximo nivel, un campeonato del mundo y el último Grande de la temporada. Eso sí, aunque no siente ninguna molestia en la zona dañada, todavía va con cuidado. Intenta practicar lo justo y necesario y, por otro lado, también procura no pegar demasiados drives seguidos. «A pesar de las precauciones se puede decir que estoy casi perfecto«, afirma desde Akron.

Desde que es profesional el barcelonés ha jugado allí doce torneos, seis majors (cinco PGA y un US Open) y seis campeonatos del mundo (tres Bridgestone, dos CA en Doral y un Accenture Match Play), y su balance en tierras estadounidenses es realmente escaso, puesto que sólo pasó un corte en los Grandes y en los campeonatos del mundo su mejor posición fue un puesto 63º en el Bridgestone del año pasado. Su mejor resultado en Estados Unidos fue el puesto 45º en el PGA de 2011, donde el domingo, eso sí, entregó el mejor resultado del día en el Atlanta Athletic Club (66 golpes).

¿A qué se debe este bajón? «No sé por qué no consigo dar mi mejor nivel en Estados Unidos. Supongo que es porque aquí sólo juego majors y campeonatos del mundo y me auto presiono demasiado». Es la única razón que encuentra el propio jugador, sin tenerlo en todo caso demasiado claro…

Puede que sea una simple cuestión de madurez deportiva. De hecho, desde que irrumpiera con aquel fogonazo de talento en el Open de Francia de 2008, la evolución de Larrazábal después ha sido constante y muy de paso a paso, con los picos lógicos de forma. Este año 2015 ha aterrizado en Akron con mucha más tranquilidad, con la temporada ya hecha tras su victoria en Munich y descansado, física y mentalmente. Parece listo para superar el síndrome.

Además, estos torneos se juegan en campos exigentes, con un rough intimidante y unos greenes duros y rápidos y, tal y como señala Pablo, «ese tipo de condiciones me gustan, así que por ahí tampoco entiendo que no haya conseguido mejores resultados».