Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Ocho segundos con final feliz que a ver dónde llevan…

Ocho segundos con final feliz que a ver dónde llevan…

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Adrián Otaegui, en la tercera ronda del Irish Open. © Golffile | Thos Caffrey
Adrián Otaegui, en la tercera ronda del Irish Open. © Golffile | Thos Caffrey

Adrián Otaegui (-11) se ha colocado en decimosegunda posición de cara al domingo y, ahora mismo, a tres golpes de meterse en el British Open de Royal Birkdale (esta semana se reparten tres plazas en Irlanda; los tres primeros dentro del top ten que aún no estén clasificados). Recordemos que ya anduvo cerca de conseguir este objetivo la pasada semana en Francia, así que a ver si a la segunda va la definitiva. En Portstewart la solidez está siendo su bandera: vueltas de 68, 69 y 68 y un solo bogey por ronda.

Al vasco, de todos modos, le está pasando un poco de todo. El viernes ya tuvo la desgracia de hacerle una brecha a una mujer en la cabeza de un bolazo en el hoyo 15 (el desafortunado e involuntario ‘remate’ de la señora dejó en el borde del green una bola cuyo destino era a todas luces más enrevesado). Hoy, en el 9, su golpe de salida iba a parar dentro de una mochila de un espectador y unos hoyos más tarde, en el 14, le caía una multa por juego lento. (Qué fácil es, señores árbitros, penalizar a Adrián Otaegui por retrasarse 18 segundos en pegar su golpe, cuando había perdido la calle, pero en fin… La cuestión no es, por supuesto, que el español no infringiera las normas; la cuestión es si se mide a todos por el mismo rasero, llámense como se llamen. Y la respuesta ya la conocemos todos: no).

Por último, en el 17 tiraba un buen putt, bastante largo por cierto, y la bola se quedaba asomada al agujero. Pasaban los segundos (hasta ocho) y ahí seguía, oscilando en el borde de la cazoleta, vacilando al personal. Hasta que cayó dentro. Eureka. Un incierto pero feliz final de una micro historia de ocho segundos que veremos, por ejemplo, si al final no vale una clasificación para jugar el primer ‘major’ de su carrera.

– Resulta emocionante comprobar cómo se apoya a Jon Rahm en el recorrido irlandés. Todos los jugadores se llevan su ración de aplausos con los buenos golpes y de ánimos en los momentos delicados, porque esta afición es festiva y fundamentalmente animosa. Pero hay que reconocer que en el caso de Rahm el asunto va un poco más allá. Casi es como si fuera un irlandés. Se le ha ‘adoptado’ rápidamente, como ocurriera en su día con Seve. Y con Sergio. Estos precedentes pesan lo suyo. Y también ese hilo invisible y no del todo explicable que parece unirnos en tantas cosas a españoles e irlandeses.

Daniel Im cerraba su vuelta con dos extraordinarios putts para salvar sendos pares, sobre todo el del 18. El estadounidense de origen coreano, que sumaba tan solo 47 putts en las dos primeras jornadas, está viviendo un sueño y está deseando salir a jugar junto a Rahm en el partido estelar del domingo. “Disfrutaré cada momento, como he hecho hoy. Rahm es una de las grandes estrellas emergentes del momento y va a ser emocionante”, señalaba.

– Lo que dice ahora mismo la previsión para el domingo. A partir de la una de la tarde, hora a la que está prevista que salgan los últimos partidos, se espera un viento de entre 15 y 20 kilómetros por hora, alta probabilidad de lluvia y frías temperaturas en torno a los 14 grados.

Eduardo de la Riva y Miguel Ángel Jiménez jugará juntos este domingo. Una doble ofensiva española en la que intentarán lanzar su ataque final para recuperar el mayor número de posiciones posible en el torneo.