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Sergio puso el control y Rory la pimienta

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García y McIlroy salen este domingo juntos en el partido estelar con un World Golf Championship en juego. Un duelo excitante en el que el español partirá con una ventaja de tres golpes

Sergio García (-14) bien podría haber iniciado su tercera ronda en el Bridgestone Invitational con cinco birdies en los primeros cinco hoyos…

Por desgracia, ni la vida es color de rosa ni el golf  tan generoso, así que el español se tuvo que conformar con mantener con autoridad su liderato y esos tres golpes de ventaja, los mismos con los que partió.

Quizá parezca exagerado, pero es cierto. El español comenzaba la tercera jornada con igual o más precisión en el juego de tee a green que el mostrado en ese tramo para la historia del viernes. Cinco hoyos y cinco opciones más que razonables de birdie (convirtió dos).

Las mejores noticias: Sergio García se ha mostrado sereno y con ritmo, muy metido, y ha mantenido a todas las fieras a raya con una tarjeta de 67 golpes. A todas, incluyendo a Rory McIlroy (-11), por más que el norirlandés se empeñara en echarle pimienta al cotarro con dos birdies finales que comprimen algo la situación. Sergio y Rory saldrán el domingo juntos en el partido estelar (20,05 horario peninsular español). Como debe ser. No existe a día de hoy un partido estelar con más clase y en mejor momento. La alternativa que seguro elegirían a dedo un espónsor y un organizador si Tiger Woods no anduviera fino, como es el caso. Así que no se podrán quejar los chicos de Bridgestone.

También hay noticias menos buenas que, en realidad, tienen que ver con el golf virtual: por momentos pareció realmente que Sergio podía poner tierra por medio respecto a sus perseguidores, porque de nuevo era el mejor sobre el Firestone en ese inicio inmaculado de ronda. Pero esto es así: ni todos los días entran todos los putts, ni el resto se chupa el dedo.

Por otro lado, nada que no pudiera y debiera suponerse, y además hay que celebrar la entereza y naturalidad con la que Sergio está llevando la situación. Le queda mucha tela que cortar al torneo y la nómina de candidatos es de cuidado: Scott (-8), Leishman (-9), Bradley (-8), Rose (-8)… Están lejos, pero hambrientos. No habrá tregua.

Se invierten ligeramente los papeles de hace un par de semanas en el Royal Liverpool. Pero hay diferencias, claro. Allí, Sergio partía a siete golpes, Rory saldrá a tres. Allí se marcaban desde partidos distintos; aquí marcharán codo con codo.

Claves hay muchas. Quizá la principal sea una, aunque resulte una obviedad: el castellonense debe ir a su juego, fiable como pocos en estos momentos, sin dejarse impresionar o verse presionado por esa táctica tan agresiva que ha adoptado McIlroy esta semana (en general viene mostrándola desde hace tiempo), que consiste fundamentalmente en pegarle duro, muy duro, con el driver desde todos los tees. De momento no le ha ido nada mal, pero ya veremos si el domingo mete tantas en el fairway…

La cita es de especial relevancia para el golf español. Con este Bridgestone Invitational son ya 52 los World Golf Championship que se habrán diputado desde su arranque en 1999. No es un mal momento, entonces, de cantar un triunfo. Sergio, además, podría auparse al Número 2 del ranking mundial, un caramelo que tampoco conviene despreciar. El de Borriol se merece, finalmente, una campanada de este porte. Lo merece su actitud. Su trayectoria. Lo merece, sobre todo, su juego.

Merece también una mención especial el esfuerzo de Gonzalo Fernández Castaño (+7) por meter el tren en los railes de nuevo. Llegó a marchar el madrileño con un parcial de cinco menos en el día después de 17 hoyos, que se dice pronto, porque ese era el mejor registro de una jornada que estuvo más de tres horas interrumpida por una tormenta eléctrica, pero terminaba con un doble bogey puñetero. Mañana toca de nuevo ponerse en marcha. También Jiménez (PAR) está todavía en disposición de conquistar una plaza de privilegio que le haga meditar al capitán McGinley…

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