Sergio García ha catalogado su año 2014 con la etiqueta de ‘bueno’. Aunque quedó un ligero regusto amargo: «siento que podíamos haber ganado tres o cuatro torneos y sólo fue uno, aquí en Qatar. Pero la verdad es que fue un año sólido, con muchos buenos momentos de juego», explica a Tengolf nada más pisar el Doha Golf Club, escenario del Commercial Bank Qatar Masters, en el que defiende título a partir del próximo miércoles.
Dentro de unos meses completará ya 16 años como profesional, metido siempre en faena. Pero nunca se deja de aprender y siempre se puede afinar más. Sobre todo cuando uno ha dejado de ser un joven veinteañero (acaba de cumplir 35 años) y hay que poner un poco más de atención en aspectos concretos de la preparación. Por eso, este año será la primera vez que el castellonense viajará, sobre todo en Estados Unidos, con un preparador físico. Se trata de Emilio Pereira, que ya lleva unos años en el mundo del golf profesional de élite acompañando a otros españoles (Jiménez, Olazábal, Cabrera Bello y Larrazábal), con los que por cierto va a seguir trabajando.
Hay algún cambio más. Sergio va a recuperar a Glenn Murray, el caddie que más tiempo ha pasado junto a él y que sustituye a Neil Wallace. Glenn ya está en Qatar para retomar dos años y medio después (terminaron en mayo de 2012) la relación profesional con el jugador español, porque la personal nunca la habían dejado de lado.
A partir de aquí, el resto de cambios o ajustes tienen más que ver con una sensible vuelta de tuerca a la mentalidad. El año 2014 le ha servido para recordar, o actualizar, las mejores sensaciones que puede tener un golfista profesional: verse luchando por los torneos más grandes hasta los últimos hoyos (en la temporada pasada así ocurrió, por ejmplo, en el THE PLAYERS, British o Bridgestone). Dicho de otro modo: ahora no quiere bajarse de ese caballo y está cuidando todos los detalles para que así suceda.
