Inicio Voy a hacer caso de una vez a mi padre…

Voy a hacer caso de una vez a mi padre…

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Álvaro Quirós (-4) no ha cerrado la vuelta de su vida en la tercera jornada del Dubai Desert Classic, pero al menos se ha dado alguna satisfacción muy interesante…

Su padre, Martín Quirós, lleva tiempo diciéndole algo que él no terminaba de poner en práctica. El mensaje era claro y rotundo: «ya es hora de que empieces a hacer algún ‘ochenta’, pero jugando libre y pegando los tiros que quieres pegar, salgan o no, en vez de tantas tarjetas de 71, 72 ó 73 jugando contenido, agarrado al palo, pensando más en evitar el error».

La última vez que volvió a insistir a Álvaro en la misma estrategia fue la pasada semana, durante el torneo de Qatar. Pero el jugador no terminaba de poner en práctica la idea. Hasta hoy…

El resultado no ha sido espectacular, ciertamente. Pero desde luego tampoco se ha ido a ochenta golpes. Paradójicamente, si uno echa un vistazo a la tarjeta del de Guadiaro, con dieciséis pares y dos birdies, la sensación que transmite es la de una ronda ordenada, sacada adelante con algo más que pulcritud, pero con poca chicha… La realidad del juego ha dicho otra cosa, porque Quirós ha cazado 16 greenes, pateando todo el tiempo para birdie, aunque ciertamente no consiguiera dejarse muchas opciones claras. Pero la confianza se gana paso a paso. Tampoco es que el andaluz se haya jugado el bigote en cada tiro, porque no se trataba de eso. Simplemente ha intentado comprometerse más con el tiro que él veía razonable (que muchas veces es sencillamente apuntar al centro del green) sin andar pensando en protegerse del error, hasta el punto de llegar a bloquear dicho compromiso.

Y a partir de aquí, ¿qué? Pues nada y todo. Nada, porque la confianza no se gana en un día. Y todo porque al menos la receta de Martín deja abierto un camino sobre el que trabajar y progresar.