Tiger Woods venía en ese momento contra las cuerdas. Vuelta difícil, áspera, de mucha lucha y, sobre todo, poco brillo en los greenes. La pelota, entonces, se le queda clavada en el búnker en el hoyo 15. Caprichosa. Fea, muy fea. El asunto huele a bogey, si no algo peor, y aquello suponía descolgarse aún más. Sin embargo, Tiger saca un par galáctico. A la antigua usanza. No lo olviden, nunca hay que dar nada por hecho con este soberbio jugador… Disfruten…
Some pars are worth more than others. 💪@TigerWoods is GRINDING.#QuickHits pic.twitter.com/HfixTwvszn
— PGA TOUR (@PGATOUR) 16 de marzo de 2018