Hoyo 7. Ian Poulter tiene un putt de birdie para ganar el hoyo. Las caras de preocupación del equipo americano son más que evidentes. Y lógicas. Es el peor verdugo que uno podría desear. Lo mete. Cierra el puño, dobla el codo y se golpea el pecho a la altura del corazón. Es el pecho de Europa. Jon Rahm lo celebra tanto o más que Poulter. Es el coro perfecto del artista principal. La grada del 7 vibra. Europa se vuelve a poner arriba en este partido. Qué bonita es la Ryder Cup.
«It’s all blue, allez les bleus!» 🔵🔵🔵🔵#TeamEurope pic.twitter.com/EG0a2SkBcU
— Ryder Cup Europe (@RyderCupEurope) 29 de septiembre de 2018