Wilco Nienaber está haciendo realidad esta semana en el Joburg Open el gran sueño de Bryson DeChambeau. El joven y espigado pegador sudafricano ha promediado en la primera ronda del torneo 416,5 yardas desde el tee y ayer mismo, soltaba un misil en el hoyo 4, par 5 de 597 yardas, que ha viajado a 439… Es decir, se dejó un segundo golpe a green de menos de 160 yardas en un hoyo que casi alcanza las 600. Simplemente brutal… Por si quedaba alguna duda, hizo birdie en ese hoyo.
Wilco Nienaber's 439 yard drive 🚀#JoburgOpen pic.twitter.com/AY6NNgPVUM
— The European Tour (@EuropeanTour) November 19, 2020
Recordemos que poco antes de Augusta, DeChambeau compartía con sus seguidores en las redes sociales una medición de sus drives en sus jornadas de entrenamiento que había pasado por poco las 400 yardas.
Sea como fuere, hay que introducir un matiz importante en estos salvajes números de Nienaber. El Randpark Golf Club, donde se juega el Joburg Open, está situado a más de 1.800 metros por encima del nivel del mar, por lo que la bola vuela mucho más que en otro campos. Aún así, la cifra es descomunal.
Quizá lo más llamativo de este chico es que ni siquiera parece darle con todo a la bola, como si tuviera guardada aún una marcha más en su bolsa. Así lo decía Ross Fisher, golfista inglés, en las redes…
He's got soo much more in the tank ! Bags of potential
— Ross Fisher (@RossFisher) November 19, 2020