Del 10 al 13 de abril de 1986, el Augusta National Golf Club de Georgia disfrutó de un torneo histórico. El último Masters de Jack Nicklaus, con el que ampliaba a 18 su palmarés de majors. Un registro que ni siquiera Tiger Woods ha sido capaz de igualar todavía y una victoria marcada por una última ronda absolutamente memorable.
El Oso Dorado, a los 46 años, llevaba cinco años de ‘sequía’ después de sumar su 16º y 17º Grande en 1980, ganando el US Open y el PGA Championship. Y aunque su comienzo de torneo en el incomparable recorrido de Magnolia Lane no había sido bueno, con 74 y 71 golpes en las dos primeras rondas, logró fabricarse una mínima opción de triunfo con una tercera vuelta de 69 golpes, a cuatro del líder, Greg Norman.
Pero lo mejor estaba por llegar… El domingo, Nicklaus dio un auténtico recital que todavía se recuerda en Augusta. Hasta cinco jugadores ocuparon el liderato en la clasificación del torneo en esa jornada histórica, incluido el español Seve Ballesteros tras un espléndido eagle en el hoyo 8. Jack tomó posiciones con tres birdies consecutivos, en los hoyos 9, 10 y 11, aunque un bogey en el 12 frenó su remontada en seco.
Por detrás, en los últimos partidos del día, Greg Norman, Seve y Tom Kite libraban su particular batalla por la Chaqueta Verde. Hasta que Nicklaus, después de hacer par en el 14, comenzó su ataque final: eagle en el 15, birdies en el 16 y el 17, y par en el 18. Una segunda mitad de campo de 30 golpes para entregar una tarjeta de 65 y ponerse líder en Casa Club, trasladando toda la presión a sus rivales, aún en el campo.
Seve fue el primero en ‘descabalgarse’ de la pelea, con un doloroso tripateo en el 17. Kite falló un putt de algo más de dos metros para forzar el playoff en el 18. Mientras que Norman, que ‘cazó’ a Nicklaus con un gran birdie en el hoyo 17 y pegó un buen drive en el 18, mandó su approach a la zona donde estaban los aficionados para terminar después fallando un putt de par de unos 4,5 metros y perder la posibilidad del desempate.
Tanto Seve, con su approach en el 15, como Norman, con el del 18, declararon después haber pegado los peores golpes de su carrera en esta última e histórica ronda del Masters de 1986. Una jornada cuya cobertura televisiva completa, de tres horas de duración, recuperamos en esta sección pensada especialmente para rememorar los grandes momentos de la historia del golf durante el confinamiento obligatorio por la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19.
