Inicio Grandes Circuitos Rabia y frustración, pero con la ambición intacta

Rabia y frustración, pero con la ambición intacta

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No fue el mejor de los sábados para Jon Rahm. El jugador de Barrika confiesa que mantuvo una poderosa lucha interior durante la vuelta al ver que las cosas no terminaban de salir. No jugó mal, pero fue uno de esos días en los que parece que la moneda nunca cae de tu lado, que no termina de romper la ronda hacia arriba.

Rahm no podía estar satisfecho, ya que sabe que el líder está algo lejos, pero no será él quien tire la toalla, al contrario. Su declaración de intenciones es contundente: «yo vengo aquí para ganar y si no, no vendría», señaló en declaraciones al enviado especial de El Correo.

Balance de la jornada… «Ha sido un día duro, que ha acabado al par, que podía haber sido mucho peor, pero que por momentos también podría haber sido mejor. Se han ido sumando las frustraciones y se han ido apoderando de mí. Estamos un poco lejos del liderato, pero a ver si mañana va mejor».

Las claves de la ronda… «No es estrés, sino la rabia y la frustración de que no salgan las cosas. Los dos primeros días hice las cosas muy bien y hoy ha sido un poco más complicado, pero no he conseguido arrancar el momento. He empezado otra vez los cuatro primeros hoyos con pares, sin pegar buenos golpes, he hecho bogey al cinco y el birdie al 6 ha arrancado la vuelta, después birdie al 9, pero bogey al 10 que es uno de los más fáciles del campo… No he conseguido despegar del todo».

Nada de bajar los brazos… «Sólo pienso en ganar, yo sólo juego para ganar, si no no vendría y si no se gana, acabar lo mejor posible».