Brooks Koepka (-10) está metido de lleno en la pelea por ganar el Hero World Challenge. Es Koepka y, a bote pronto, hasta debiera parecer normal que ande ahí metido en la batalla por ganar en Bahamas, pero lo cierto es que sus torneos más recientes no van en esa línea. Está fuera del top ten mundial y no acaba una semana entre los diez primeros desde el Open Championship en julio.
Koepka ha atravesado su particular travesía por el desierto, pero ahora podríamos decir que está de vuelta. Al menos, él lo tiene clarísimo. Así lo dice en su última bravata. Nada más acabar la segunda ronda del Hero y colocarse a un golpe del líder, Bryson DeChambeau, Koepka explicó que está muy cerca de verse de nuevo al ciento por ciento y que hacía mucho tiempo que no tenía sensaciones tan buenas. El regreso de Koepka tiene fundamento.
Desde que se retiró del Tour Championship, el campeón de cuatro Grandes se ha dejado las manos entrenando. Su grado de frustración era altísimo y ha puesto todo su empeño en recuperar su mejor versión, perdida en algún sendero del camino entre lesiones, despistes mediáticos y postureos en redes sociales.
Las razones que le llevan a Koepka a pensar que lo mejor está por llegar son varias. La primera es física. Asegura que por fin ha dejado de compensar hacia el lado izquierdo de su cuerpo. «No lo hacía queriendo y hasta forzaba mentalmente para que no sucediera, pero era un acto reflejo. Para proteger mi rodilla derecha, la operada, mi cuerpo volcaba el peso hacia la izquierda, se descompensaba y así era muy difícil tener consistencia. Eso ya lo hemos corregido… o casi. No estoy al ciento por ciento, pero sí muy cerca», afirma.
Otros de los factores que invita al optimismo a Koepka es que ha mejorado su ‘stance’. «Creo que mi postura delante de la bola era una de mis grandes cualidades, pero en los últimos tiempos había perdido calidad. Esta misma semana, con mi hermano (Chase está siendo su caddie) y Jeff Pierce, mi entrenador de putt, hemos detectado que tenía mi ‘stance’ más abierto de la cuenta, concretamente como un pie más abierto. Lo estoy haciendo más cerrado, más estrecho y me siento mucho más cómodo. Ahora noto que la bola hace exactamente lo que yo quiero», explica.
Por úlitmo, Koepka está también muy feliz con el nuevo equipamiento. Después de varios años como agente libre, ha firmado con Srixon y las primeras semanas están siendo excelentes. «La clave en el cambio de material y mi apuesta por Srixon fue la bola. Siempre me ha gustado la bola Srixon, desde que la probé en 2016 y la verdad es que me va muy bien. Siento mucho control sobre ella. Con los hierros también estoy mejor. Tengo la misma distancia y vuelo que antes, pero la bola va más alta, me gusta. Y el driver es más o menos igual que todos los que he tenido antes», matiza.
Así las cosas, Koepka lanza una última bravata, aunque esta sí tiene fundamento y está lejos del postureo mostrado en su batalla contra DeChambeau. Esta vez sí hay que tomárselo en serio. De hecho, preguntado sobre si siente que en 2022 va a recuperar su mejor versión de de 2018 y 2019, Koepka fue contundente: «aquella no fue mi mejor versión». «¿Entonces cuál fue?, le repreguntó el periodista?». «Ya la veréis», sentenció Brooks. Por cierto, avanza que la semana que viene estará de vacaciones con su familia y que será su único descanso antes de empezar la próxima temporada en el Sentry. Va a trabajar más que nunca en invierno. Este Koepka parece ir muy en serio.
