Collin Morikawa se ha expresado como un libro abierto al hablar del conflicto entre el PGA Tour y la Super League saudí. Si alguien nada todavía un poco despistado sobre qué está pasando, cuáles son las estrategias de uno y otro y en qué punto se encuentra ahora mismo la guerra no hay más que leer a Morikawa. Ni siquiera hace falta rebuscar entre líneas. Nadie hasta ahora había hablado tan claro.
Morikawa deja bien claro desde el principio que él, a día de hoy, está a muerte con el PGA Tour. Sin pestañear. «No me provoca ninguna distracción el tema de la Super Liga porque estoy al cien por cien con el PGA Tour. Desde que era pequeño mi sueño era jugar en el PGA Tour, contra Tiger Woods, pensaba en batir sus récords, aunque algunos sean imbatibles. Jamás imaginé otra cosa que no fuera jugar en el PGA Tour», afirma como postulado de base.
El Número 2 del mundo ha ido incluso más allá en sus halagos al circuito americano. «El PGA Tour está siempre incorporando nuevas cosas para ayudar y proteger a los jugadores. Estoy muy feliz de estar aquí. Es el sitio al que pertenezco, el sitio donde quiero estar. Sé que algunos compañeros se están pensando su futuro, pero no es mi caso», sentencia.
Sin embargo, este pensamiento no es tan firme como puede parecer y, por supuesto, no es inamovible. Morikawa está con el PGA Tour a muerte porque ahora mismo no hay ninguna otra alternativa que le haga tilín. ¿Puede cambiar en el futuro? Sí. Cien por cien. «Claro, no cierro la puerta a nadie porque no sé lo que va a ocurrir en el futuro. No tengo una bola de cristal. Si los mejores del mundo dentro de unos meses o unos años se van a jugar al Tour X, yo tendré que ir también allí porque quiero competir contra los mejores. Lo que sí tengo claro a día de hoy es que no tengo datos suficientes como para creer en el proyecto de la Super Liga. Me faltan detalles, lo veo inconcreto y con muchas zonas, al menos para mí, todavía muy oscuras. Por ejemplo, todo lo que he sabido del proyecto es a través de terceras personas y eso no me gusta. Es demasiado oscuro», explica.
Dicho esto, Morikawa, como tantos y tantos otros jugadores, está esperando los primeros movimientos. Qué jugadores salen públicamente y confirman que han firmado con la Super Liga, qué pasa con los Grandes y el ranking mundial, qué ocurre con la Ryder Cup… y, a partir de ahí, tomará su propia decisión. ¿Podemos ver algún día a Morikawa jugando la Super Liga? Sin duda. ¿Va a ser el primero en dar el paso? No.
«Necesito ver con mis propios ojos pruebas concretas de otros circuitos o proyectos. Es mi manera de ser. Tengo que conocer todos los detalles, pero de momento hay muy pocas cosas concretas y muchos rumores. A ver quién da el primer paso. En cierto modo es lo que estamos esperando», remarca. Es decir, los jugadores están a la expectativa de ver quiénes y cuántos dan el primer paso. Una partida de ajedrez.
No le gusta el Player Impact Program del PGA Tour
Morikawa fue también claro respecto a dos temas que están suscitando bastante controversia en las últimas horas. Uno de se refiere al Player Impact Program, ya saben, el programa creado por el PGA Tour para pagar un bonus muy importante a los diez jugadores que más repercusión mediática tienen en el mundo, es decir, a aquellos que en cierto modo hacen más publicidad del PGA Tour. Aquí Morikawa lo tiene claro. «No digo que esos jugadores no hagan mucho por el PGA Tour, pero lo que pienso es que 60 millones de dólares es muchísimo dinero y se debería emplear en otras cosas. ¿En qué? Sólo llevo tres años en el PGA Tour como para aportar ese tipo de soluciones. Sé lo que me gusta y lo que no, pero para dar soluciones aún me falta experiencia. El PIP a mí no me gusta», afirma.
Su contundente opinión sobre el ambiente en el Phoenix Open
El otro tema de actualidad al que se refirió es el ambiente vivido en el Phoenix Open. Morikawa levanta el dedo al torneo de Arizona. «Me encantó lo que vi. Un montón de amigos me escribieron la semana pasada y me preguntaron por qué no estaba jugando allí. Llega a mucha gente que nunca ha visto golf pero que disfruta de los deportes. Creo que es una manera de enganchar a mucho público nuevo. Siempre se ha dicho que de pequeño se pateaba para ganar un Grande, pues seguro que ahora habrá niños que jueguen al golf pensando en que algún día pueden hacer un hoyo en uno en el 16 de Phoenix. Es algo muy concreto y muy peculiar de un torneo. No hay otro hoyo en el mundo con esa forma de estadio. A mí me encanta. Esto no significa que haya que tirar latas de cerveza todas las semanas, pero una vez al año ver esa emoción y que haya tanta gente joven creo que es muy bueno… Eso sí, si esta semana vemos tirar también cervezas a los greenes, pues entonces quizá habrá que preocuparse. Mientras sea algo puntual y tan festivo, me parece genial», afirma.
