Los compañeros de partido de Sergio García hoy en el ProAm del Omega Dubai Desert Classic van a poder fardar durante algunos días con los amigos de su club de golf. El simple hecho de tener la experiencia de jugar con un golfista de la talla de Sergio, campeón del Masters de Augusta y hombre récord en la Ryder Cup, ya es suficiente para salir del Emirates con el pecho henchido y una sonrisa de oreja a oreja.
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Sin embargo, lo de hoy va más allá. Los tres amateurs han tenido la suerte de ver cosas especiales que no ocurren todos los días. En los primeros nueve hoyos (del 10 al 18), Sergio ha dado un recital de tee a green. En su línea. Muy sólido y pegando muy bien y bastante largo al drive.
Después, por los segundos nueve ha dejado tres golpes de esos que se quedan en la retina de cualquier buen aficionado al golf. Llegaban, precisamente, después de fallar la salida. Se los relatamos y les dejamos el vídeo…
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Hoyo 1 (par 4): Sergio pega un buen drive, pero cierra un poco más de la cuenta y termina en el rough de la izquierda, ese rough infernal del Emirates Golf Club. La bola está muy hundida, tanto que el partido tarda unos cuantos minutos en encontrarla. No tiene tiro. Los árboles le tapan la línea a green y se ve obligado a pegar un golpe por bajo, entre árboles y cerrando para tratar de llevarla a green. Golpazo. Acaba en el búnker frontal de green y su sacada se queda a tres metros para par. No tira el putt porque en el ProAm sólo cuentan los birdies.
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Hoyo 3 (par 5): La salida se le vuelve a escapar por la izquierda… Se salta el rough y termina en una zona arenosa, en pleno desierto. Está en medio de un pasillo flanqueado por árboles. Tiene un claro al final por donde intenta meterla con una madera 3 para llevarla cerca de green. El golpe es fabuloso. Pega abriendo un poco y la deja perfecta entre dos búnkers a unos dos metros de la entrada de green. Se fabrica una opción de birdie de unos dos metros y medio.
Hoyo 5 (par 4): Falla la salida con madera 3 por la derecha. Acaba en el búnker de calle, a la derecha del rough. La bola está bien colocada, pero el tiro no es fácil. Hay mucho desnivel desde donde está su bola, mucho más alta, hasta el green y entre medias tiene el lago enorme del 5. Sergio lo borda. Se deja una opción de birdie de tres metros.
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En menos de una hora, los amateurs que jugaron con Sergio ven en directo tres golpes de los que se recuerdan durante mucho tiempo. Calidad y mucha imaginación.
