Adri Arnaus (-4) ha rubricado un inicio de vuelta impoluto en el Omega Dubai Desert Classic. Ha entregado una tarjeta de 68 golpes sin bogeys. Ha jugado cinco rondas en lo que llevamos de 2021 y tres han sido sin errores. La tendencia es muy buena. Hoy ha sabido aprovechar el final de cada uno de los nueve hoyos para meterse arriba, cerca de donde se cuecen las grandes cosas en los torneos, a dos golpes del liderato.
Sergio lidera por la mañana el decidido y fino arrebato de la Armada
Cualquier diría, sin hablar con el protagonista, que Arnaus ha tenido un día plácido y sólido en el Emirates Golf Club. Cualquier otro agarraría este 68 sin mácula y se iría al hotel a la carrera con una sonrisa de oreja a oreja. Sin embargo, lo que ha hecho Arnaus ha sido comer en un pispás para recobrar energías y enfundarse de nuevo el mono de trabajo. Se ha ido a la calle de prácticas a dar bolas…
No basta sólo con ser un ‘local player’….
Este gesto, que podría ser anecdótico, define la ambición y el hambre que gasta el golfista de Moià. Sí, el resultado ha sido bueno. Sí, ha hecho muy buenas recuperaciones. Sí, junto a Bruno Isasi, han sabido interpretar bien la estrategia. Sí, todo lo que quieran y más, pero Adri no estaba satisfecho. No ha tenido las mejores sensaciones. Ha fallado algunos golpes que le han dejado el cuerpo cortado y se pone una nota final de notable. Hacen falta algo más que cuatro birdies sin bogeys para ver a Arnaus como unas castañuelas. Es la exigencia máxima que define a este golfista.
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Esta tarde toca sesión intensa de bolas para terminar de afinar el swing. Resulta que al final la mejor noticia no son los 68 golpes, o el top ten provisional, ni siquiera la ausencia de bogeys… Lo mejor es que aún hay margen de mejora en esa ‘maquinaria’…
