Inicio Grandes Circuitos DP World Tour Una colección de yemazos le saca hasta los colores a Campillo
Jorge Campillo sale este domingo en el partido estelar del Mallorca Golf Open

Una colección de yemazos le saca hasta los colores a Campillo

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Jorge Campillo (-13) volverá a pelear un domingo por una victoria en el European Tour cuatro meses después. El pasado mes de junio salió en el partido estelar del BMW International Open formando partido con Viktor Hovland. En aquella ocasión quedó tercero. Curiosamente, mañana en Santa Ponça, en la última ronda del Mallorca Golf Open, su partido volverá a tener aroma nórdico, pues sus compañeros de fatigas serán el sueco Sebastian Soderberg (-12) y el danés Jeff Winther (-15). Hasta aquí espera Jorge que se repita la historia. Su objetivo es escribir un final diferente y ganar, tal y como hizo con 14 años en este mismo escenario en el Campeonato de España Infantil.

Campillo está jugando un golf muy sólido, sin sobresaltos. Hoy apenas ha fallado calles o greenes, y los que se han escapado han sido por muy poco. También está pateando cómodo, con esa nueva rutina que ya explicábamos ayer en Ten Golf. Probablemente, la gran evolución de su juego en las últimas semanas radica en la pegada. El extremeño está yendo mucho más largo. Atrás, muy atrás, quedan esas dudas de principios de temporada, en plena gira del desierto, cuando sentía que, como dicen en su jerga los jugadores, «no la movía».

Qué ha cambiado para tener esos metros extra. Pues no hay mucha ciencia extraña. Con esa normalidad que le confiere a todo en su vida, Campillo lo resuelve de una manera muy simple. «Creo que la única razón es que estoy haciendo mejor el swing y, por tanto, estoy pegando más en centro, estoy dando más yemazos y eso hace que me suelte un poco más desde el tee», explica sincero. Nada más lejos de métodos DeChambeau o palizas de sol a sol en el gimnasio. Es una simple, y al la vez tan complicada, cuestión de pegar mejor a la bola.

La distancia de Campillo no ha pasado desapercibida para nadie. En el hoyo 18, por ejemplo, ha pegado un drive sensacional, de los más largos del día desde ese tee difícil de domesticar. Ya en las dos primeras jornadas pudo testar de primera mano que el asunto de la distancia iba en serio. Jugó con Ryan Fox, uno de los pegadores más largos del European Tour y estaba a su altura en muchas ocasiones. Estos yemazos del extremeño le han sacado hoy incluso los colores. Ha sido durante la entrevista con la Sky. Le preguntaban precisamente porque se le veía mucho más largo desde el tee. Sonrisa amplia de Campillo, con una mezcla de satisfacción y timidez.

«Pegar largo siempre es una ventaja», remataba justo antes de abandonar Santa Ponça para descansar antes de lanzar mañana el ataque final para lograr la tercera victoria de su carrera en el European Tour, la primera en España.