Inicio Grandes Circuitos PGA Tour «Yo también puedo pegar 380 yardas cuando quiera… en una autopista»
Tiger Woods tiene claro que la distancia es una aliada y que llegamos tarde al debate

«Yo también puedo pegar 380 yardas cuando quiera… en una autopista»

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No se podía dejar pasar la oportunidad de tener a Tiger Woods delante y no preguntarle por el debate sobre la distancia en el golf. Un debate siempre vigente, aunque reabierto con más fuerza si cabe en las últimas fechas por la transformación de Bryson DeChambeau.

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Era interesante saber la opinión de Woods, uno de los jugadores que ha ido más largo en el mundo durante sus años de gran dominación. Tiger, desde luego, no tiene ninguna duda de las bondades de pegar largo a la bola. «La distancia siempre ha sido una ventaja. Lo que ocurre es que ahora tenemos muchas más herramientas a nuestras disposición para maximizar la capacidad del driver. No hay razón para no intentar ir un poco más largo si puedes hacerlo. Se han cambiado las varillas, los ángulos, los pesos de las cabezas, la longitud de los palos… La distancia es una gran ventaja. Hace el golf mucho más fácil», asegura.

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Teniendo claro su punto de vista de partida, lo que no parece tan fácil es saber si hay que hacer algo para detener esta tendencia del golf o simplemente dejarse llevar. Tiger considera que llegamos tarde a ese debate. «Deberían haber estado preocupados por la distancia hace mucho tiempo y haber hecho algo antes para solucionarlo. Ahora ya está abierta la caja de Pandora y es muy difícil pararlo. Casi todos los jugadores pegan más de 320 yardas. Cómo lo paras ahora, qué cambias en los campos, cómo los dificultas… No es fácil y seguiremos hablando de esto 20 años más en el futuro», explicó.

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Precisamente, en cuanto a la distancia y Bryson DeChambeau, Tiger bromeó. Le preguntaron si era capaz a día de hoy de pegar 380 yardas y contestó: «sí, claro, no tengo ningún problema siempre y cuando sea en una autopista…». En este sentido, hablando de DeChambeau, Woods apuntó una curiosidad sobre la bola. Los dos juegan la marca Bridgestone, aunque no se parecen en nada, al menos los prototipos en los que están trabajando. «Estoy trabajando en una bola de Bridgestone pero no tiene nada que ver con la de DeChambeau. Nunca la he probado, pero la suya es bastante más dura. Necesito que la mía tenga más efecto. Es lo que estoy buscando. Bryson es lo contrario. Le da mucho efecto a la bola, por lo que busca una que no produzca tanto efecto. Es el polo opuesto a la mía».

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