Inicio Grandes Circuitos Nelly Korda: «Es la peor manera de ganar un hoyo»
Reacciones a la polémica de la Solheim Cup con Nelly Korda y Sagstrom

Nelly Korda: «Es la peor manera de ganar un hoyo»

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Ally Ewing y Nelly Korda, tras ganar a Madsen y Sagstrom. (© Golffile | Tom Boland)

La polémica de esta Solheim Cup está servida y, como se esperaba, ha traído cola. Da la sensación de que todas actuaron de manera correcta y, sin embargo, ninguna está contento con la resolución que adoptaron los árbitros, por lo que, obviamente, algo falla y seguramente tenga que ver con la redacción de la Regla 13.3b. Nos referimos, claro, al incidente que se produjo en el hoyo 13 del partido de fourballs entre Nelly Korda/Ally Ewing y Madelene Sgastrom/Nanna Madsen.

Decimos que todos actuaron bien porque nadie duda de que Sagstrom cogió la bola porque estaba convencida de que no iba a caer en el hoyo, las americanas no protestaron ni pidieron una segunda opinión a los árbitros porque estaban convencidas de que esa bola no iba a caer en el hoyo de ninguna manera y los árbitros tomaron las decisiones conforme a lo que dicta la regla y su protocolo de actuación. No es necesario que haya ‘denuncia’ previa de una jugadora para que la árbitro asignada al partido, en este caso Missy Jones, entre en escena si entiende que se ha podido cometer una irregularidad.

Jones podía haberlo dejado pasar a la vista de que no hubo quejas de ninguna parte, pero si actúa con honestidad y ella piensa que se había producido algo irregular, en este caso Missy pensaba que esa bola sí sobrevolaba el hoyo en alguna parte, tenía que intervenir y hacer lo que hizo. Consultó al árbitro principal que, tras revisar las imágenes, consideró que esa bola sí sobrevolaba el hoyo.

Algo hay mal aquí porque nadie terminó contento con esa decisión, lo que significa que algo se puede hacer mejor en la redacción e interpretación de esa regla. Nelly Korda, principal protagonista de la acción, señaló tras el partido: «es la peor manera posible de ganar un hoyo. No tengo palabras ni sé qué decir y no debería sentirme así». Ally Ewing, su compañera, señaló por su parte: «espero que sepan que no fue falta de deportividad. Nosotras no avisamos al árbitro. Más allá de lo que puedan decir, no hicimos nada malo o incorrecto».

En el lado europeo, la indignación, lógicamente, era aún mayor. Sagstrom, que fue quién cogió la bola, explicó: «no estoy de acuerdo con la decisión porque para mí la bola no estaba ni siquiera en el borde del hoyo. Es cierto que cumplí la regla de esperar los diez segundos y me siento fatal por ello porque pienso que he fallado a mi equipo, pero esa bola no iba a caer de ninguna manera. Ellas también sabían que esa bola no iba a caer, pero las reglas son las reglas».

Su compañera Madsen tampoco daba crédito. «No creo que el golf se deba manejar de esta manera. Jamás pensé que en mi debut me vería involucrada en algo así. Parece que la regla es así», apuntó.

Mientras, Catriona Matthew, sin querer hacer sangre, apuntó que «estoy convencida al ciento por ciento que Madelene no pensó ni por un momento que esa bola tenía alguna opción de caer al hoyo. De hecho, las americanas no reaccionan cuando les entrega la pelota. Ellas sabían que no podía entrar. Es un incidente desafortunado y tenemos que dejarlo atrás cuanto antes», remarcó.

Algunas voces apuntan a que las americanas, si tan claro tenían que esa bola no iba a entrar, debían haberse dejado perder el siguiente hoyo. Esa es una posibilidad, claro, la otra es redactar mejor la norma. Igual habría que añadir el criterio del árbitro de si había alguna posibilidad de que la bola pudiera caer al hoyo, incluso aunque ligerísimamente esté sobrevolando el agujero.