La Solheim Cup ha comenzado a todo meter, desbordante de emoción e igualdad, aunque en la hora de la verdad Europa haya acertado a llevarse casi todos los puntos en juego, tras imponerse en tres de los partidos de la sesión matutina de foursomes y tan sólo conceder un empate (3,5-0,5).
Kang/Ernst vs. Nordqvist/Castren: 1 arriba EUROPA
Ewin/Khang vs. Hall/Boutier: EMPATE
Nelly Korda/Jessica Korda vs. Reid/Maguire: 1 arriba EUROPA
Thompson/Altomare vs. Hull/Pedersen: 1 arriba EUROPA
Digamos que ha sido una señora paliza del bando continental para abrir boca, pero con matices. El más importante: los cuatro partidos llegaban a coincidir en juego dentro de los tres últimos hoyos del recorrido del Inverness Golf Club (Toledo, Ohio) sin que ninguno de ellos disfrutara de una ventaja mayor a un solo hoyo. Si eso no es igualdad e incertidumbre… Sea como sea, supone un baño de confianza para las chicas de Catriona Matthew el hecho de haber sido capaces de decantar cada duelo a favor de sus intereses, bien aguantando la ventaja que traían (que ha sido el caso de Reid y Maguire frente a las hermanas Korda), o remontando de modo fulminante en el sprint final, tal y como hacían Hull y Maguire.
Aunque hay que insistir en que probablemente el abultado resultado no refleja la igualdad que se ha visto en el campo, sí se pueden dar algunos apuntes importantes y, de momento, todas muy interesantes para el equipo europeo. En primer lugar, la excelente puesta en escena de sus dos debutantes, Castren y Maguire, en esta primera sesión de foursomes.
La finesa Castren, junto a la gran campeona que es Nordqvist, ha sacado el puñal en los greenes unas cuantas veces, las suficientes para mantener a raya y superar a Danielle Kang y Austin Ernst, que lo luchaban hasta el último suspiro, aunque sin éxito. Nordqvist ha aportado exactamente lo que se espera de ella: temple, consistencia y el brillo puntual de las grandes jugadoras, y a su lado Castren realmente no parecía una novata, una vez que ha superado los nervios del primer hoyo. Maguire, por su parte, también ha abrochado en los greenes todo lo que Reid no podía, si bien ambas se han visto favorecidas por el hecho de que las Korda no han estado ‘súper’. Pero hay que estar ahí para aprovechar las oportunidades y las europeas han ido mandando casi desde el inicio.
Más apuntes: Charley Hull está en modo Solheim. La inglesa, que está jugando este torneo por quinta vez con sólo 25 años, había disputado hasta la fecha cinco partidos de foursome con un balance bestial de cuatro victorias y un empate, pero en esta ocasión parecía que iba a sacar al fin la bandera blanca, pues marchaba junto a Pedersen dos abajo a falta de cuatro hoyos… Sin embargo, inglesa y danesa le daban la vuelta como un calcetín al duelo ante Thompson y Altomare ganando tres de los cuatro últimos hoyos, y haciéndolo además con birdies, para que no quedara ninguna duda. Una estocada en toda regla, sin margen de maniobra para sus rivales, que iban a caer donde más duele, en el green del 18.
También hay que anotar ese medio punto rescatado por Hall y Boutier, que mantienen así su halo de imbatibilidad conseguido en la pasada edición. Inglesa y francesa no conceden ni una sonrisa. Como debe ser.
En fin, hay otros apuntes que tienen más que ver con las de las barras y estrellas. Por un lado, la ya citada irregular puesta en escena de las hermanas Korda (hoy han hecho +1 en esta modalidad de golpe alterno), que en principio tenían que asumir el papel de gran pilar, al menos a la hora de sumar puntos. Por otro, la discreta actuación de Danielle Kang, aunque esta mujer siempre saque el coraje a pasear, así como la de Lexi Thompson, a quien le cuesta brillar en esta cita: su balance actual en la Solheim es de 16 partidos jugados y sólo cinco ganados (que se unen a seis derrotas, incluyendo la de hoy, y seis empates, unos números que no son malos, pero que quizá no están a la altura de las expectativas).
No hace falta señalar que Estados Unidos se ve con el agua al cuello demasiado pronto y necesita una reacción en los fourballs de la tarde, si no quiere complicarse demasiado la vida.
