No ha sido el mejor estreno de la Armada en el WGC Mexico Championship. De acuerdo. Sergio García es el mejor de los españoles con una ronda de 69 golpes, pero está en el puesto undécimo y, sobre todo, a seis golpes ya de la cabeza. Todo apunta a que la maldición española en los campeonatos del mundo se va a prolongar…
¿Hay algún clavo ardiendo al que agarrarse todavía en el Club de Golf Chapultepec? La trayectoria de este torneo no es muy larga, pues se está disputando la tercera edición de este campeonato del mundo en suelo mexicano, pero se han dado algunas circunstancias concretas que nos permiten afirmar que, en efecto, existe un clavo ardiendo al que agarrarse. Y es que, tanto en 2017 como en 2018, las primeras impresiones, las de la primera jornada, nunca fueron las mejores, ni mucho menos las definitivas.
Rory y DJ marcan el ritmo de la ranchera a golpe de tambor
Vayamos primero con los datos brutos:
– En 2017, el ganador final del torneo fue Dustin Johnson, que en la primera jornada firmaba un 70 que lo llevaba hasta el puesto 20º. Es cierto que en aquel caso el estadounidense estaba a sólo tres golpes de la cabeza tras la primera ronda, pero también lo es que tenía a muchos más jugadores por delante de los que hoy, por ejemplo, tiene Sergio.
Sergio saca petróleo desde los árboles de Chapultepec
– En aquel mismo año 2017 Tommy Fleetwood finalizaba en segunda posición y el inglés, curiosamente, había abierto el torneo con un 69 que le había llevado al puesto 14º. Además, Justin Thomas, que acabaría quinto, también firmaba un 69 el jueves.
– En el año 2018 el ganador fue Phil Mickelson, quien curiosamente arrancaba con un 69, en el puesto 13º y a cinco golpes del liderato, una situación casi paralela a la actual de Sergio.
Rahm se acuerda justo ahora de Justin Thomas
– Pero es que, además, hace doce meses Justin Thomas llegaba a jugar el playoff de desempate con Mickelson después de abrir su torneo con una ronda de 72 golpes que lo llevaba en aquel momento hasta el puesto 39º… El mismo resultado que, por ejemplo, entregaba ayer Jon Rahm, que ahora mismo está colocado en el puesto 35º. Para colmo, Tyrrell Hatton finalizaba en tercera posición el torneo después de firmar una tarjeta de 70 golpes en la primera jornada.
Las excusas de Adrián Otaegui
– Por último, y mirando más a Rafa Cabrera Bello y a Adrián Otaegui, que ayer terminaban con más lastre de la cuenta, quizá haya que recordar aquel 75 con el que Brandt Snedeker abría en 2017, para rematar la semana en séptima posición. En realidad, lo que canario y vasco deben tener muy presente es que aún disponen de margen sobrado para remontar, siempre que se ‘aíslen del ruido’ y se mantengan concentrados en el golpe a golpe.
– Más curiosidades. Es cierto que Dustin Johnson, ganador en 2017, firmaba un gran 66 en la segunda vuelta y ascendía al quinto puesto, aunque todavía a tres golpes de la cabeza, pero es que Tommy Fleetwood, segundo aquel año, entregaba un 70 y descendía hasta el puesto 20º, a seis golpes del líder.
– En 2018, por su parte, el ganador Mickelson firmaba un sólido 68 en la segunda ronda, pero perdía una posición en la tabla (14º) y se quedaba a seis golpes del líder. Aún más llamativo era lo de Thomas: llegaría a jugar el play off después de firmar un 70 en la segunda ronda que lo dejaba desahuciado en el puesto 38º y a once golpes de la cabeza. Tampoco a Hatton, tercero al final, le iba muchísimo mejor: firmaba un 68 en la segunda ronda que le permitía ganar sólo tres puestos (20º) y se quedaba a siete golpes del primero.
El azar o lo casual siempre forman parte de la ecuación de modo caprichoso, por supuesto, y algo habrá de ello en todos estos datos. Pero también hay que fijarse en las peculiaridades de un escenario que permite como pocos las idas y venidas, los descalabros y las resurrecciones: la altura, el escaso margen de error desde el tee, unos greenes revirados y poco nobles y la posibilidad real de que cualquier estrategia, sea muy conservadora o muy agresiva, puedan llevarte al cielo o al infierno.
La primera ronda del WGC México, en 50 postales para el recuerdo
Queda, a nuestro juicio, suficientemente probado que, en Chapultepec, todo lo que sea estar en torno a los siete u ocho golpes de la cabeza después de la segunda ronda abre unas expectativas que no se dan en otros campos u otros torneos. Un objetivo que está perfectamente al alcance de la mano de Sergio y Jon, sin ir más lejos.
Para cuando el the game? Augusta o The Players?