Inicio Blogs David Durán El ‘caso Bourdy’ en la Race (una paranoia con mucha miga)

El ‘caso Bourdy’ en la Race (una paranoia con mucha miga)

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Gregory Bourdy, durante el pasado Andalucía Valderrama Masters. © Golffile | Eoin Clarke
Gregory Bourdy, durante el pasado Andalucía Valderrama Masters. © Golffile | Eoin Clarke

Esta semana, tras la conclusión del Hong Kong Open, se ha estrenado el nuevo método de puntuación de la Race to Dubai. Muy interesante, por cierto. A grandes rasgos, la idea del European Tour es igualar más los torneos.

Para ello se han establecido nueve franjas o tipos de torneos que llevan aparejadas una tabla de puntuación para cada puesto en la clasificación. La primera franja define a los torneos que van de un millón de dólares de bolsa de premios a 1.749.999 dólares y reparte un total de 2.000 puntos para aquellos que pasen el corte; la segunda franja define a los torneos con una bolsa de premios que va de 1.750.000 dólares a 2.499.999 y reparte un total de 2,750 puntos (caso de Hong Kong, por ejemplo); y así, en sucesivas fases establecidas por el European Tour, hasta llegar a la séptima franja, que es la de los torneos Rolex Series (se reparten mil puntos por cada millón de dólares de la bolsa de premios), a la octava franja, que es la de los campeonatos del mundo (se reparten 9.000 puntos sea cual sea la bolsa de premios), y a la novena, que es la de los Grandes (se reparten un total de 10.000 puntos, sea cual sea su bolsa de premios).

Para no liarnos: antes, cuando lo que contaban eran los euros o los dólares, la diferencia entre el más grande de los torneos y el más pequeño podía llegar a ser de 12 a 1. Hoy, como mucho, andará en una diferencia de 5 a 1. Dicho de otro modo que quizá se entienda mejor: antes, el ganador de un torneo con una bolsa de premios de un millón de euros sumaba los mismos puntos/euros/dólares que sumaba el duodécimo clasificado en uno de los cuatro Grandes, aproximadamente; con el nuevo sistema, sin embargo, el ganador de un torneo con una bolsa de premios de un millón de euros sumará aproximadamente los mismos puntos que el quinto o sexto clasificado en un Grande. Se iguala más el Tour.

¿Qué se consigue con esto? A bote pronto, tres cosas. Una y principal: se le concede a los jugadores sin entrada en las grande citas del calendario una herramienta muy valiosa para moverse en el ranking anual del circuito con más peso y garantías. Dos: se evita una situación que se estaba dando, según la cual el vigésimo clasificado en el WGC Bridgestone Invitational podía sumar más que el vigésimo clasificado en el Open Championship, pues todo dependía de la bolsa de premios y no siempre es más alta en los torneos de más prestigio. Y tres: se abre un abanico de posibilidades para esos pequeños torneos de recibir a jugadores con más ‘caché’, digámoslo así, puesto que ahora estos jugadores pueden ganar en ellos una cantidad más suculenta de puntos, por ejemplo a la hora de sumar para la lista europea de la Ryder Cup… 

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Dicho todo esto, nos sumergimos en la primera clasificación de la Race to Dubai que ha quedado establecida tras la disputa del torneo en Hong Kong y nos encontramos con una desagradable sorpresa que, bien mirado, atenta directamente contra la esencia del deporte, o al menos de cualquier ranking que se precie: Gregory Bourdy, protagonista circunstancial del hecho que por supuesto nada tiene que ver con ello, finalizaba en el puesto 70º del torneo con un acumulado de +2 y ha sumado 6 puntos en la Race, los mismos exactamente que ha sumado Zander Lombard, que sin embargo acababa el torneo en el puesto 67º, empatado con otros dos jugadores, con un acumulado de +1… ¿Cómo puede alguien ganarme deportivamente en el campo y tener los mismos puntos que yo, que he sumado un golpe más que él y he terminado por detrás en la clasificación?

Se mire por donde se mire, esto no debería ocurrir, aunque tiene una explicación. A los tres clasificados en el puesto 67º (caso de Lombard) les correspondía según la tabla nueva de puntuación (en este caso, la de los torneos de la franja 2, que es en la que se encuadra el Hong Kong Open, con una bolsa de dos millones de dólares) un total exacto de 6,06 puntos, mientras que al 70º clasificado en solitario (caso de Bourdy) le correspondían 5,5 puntos. Pues bien, el European Tour ha tomado la decisión salomónica de redondear hacia arriba o hacia abajo de la siguiente manera: si tu cantidad exacta de puntos es de 10,49 te redondeo a la baja en 10; si es de 10,50 te redondeo al alza en 11.

Keith Pelley. © Golffile | Eoin Clarke
Keith Pelley. © Golffile | Eoin Clarke

Esto se puede comprobar a lo largo y ancho de toda la clasificación: Sergio, Rafa y Sharma, sextos clasificados empatados, deberían haber sumado exactamente 82,65 puntos según la tabla, pero se les han dado 83 puntos en la Race to Dubai, redondeando al alza; sin embargo, los diez jugadores que empataban en vigésima posición deberían haber sumado 29,26 puntos y en la Race to Dubai aparecen con 29, redondeando a la baja por el burdo sistema ya explicado, igual que los tres clasificados en el puesto 62º, que deberían haber sumado 7,15 puntos y sin embargo aparecen en la Race con 7.

Rai no deja de hacer camino al andar

¿Tan complicado es echar mano de los decimales en el ranking, igual que hace por ejemplo el ranking mundial, para que cada cual tenga exactamente los puntos que, una vez dirimidos y calculados los empates, merece según una tabla que tú mismo has elaborado?

A la hora de la verdad, no lo olvidemos, y aunque parezca una estupidez o una paranoia, los derechos de juego de un profesional se podrían dilucidar por un punto, por medio punto o por una décima, de igual modo que antes se podían dilucidar por un euro o un puñado de euros (aunque antes tampoco se utilizaran los céntimos de euro, pero esa es otra historia). Es que además, en el caso de Bourdy se le ha redondeado hacia arriba del mismo modo que se le hubiera podido redondear hacia abajo con tan grosero sistema, puesto que el 5,5 se encuentra exactamente a la misma ‘distancia’ del 5 que del 6…

Ante este tipo de chapucitas, tan absolutamente subsanables (es que no es inteligible ese pavor a los decimales…), solo queda rezar para que Lombard y Bourdy no estén separados al final del ejercicio por medio punto con vaya usted a saber qué objetivos por medio…