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Sirva como metáfora reveladora: de Augusta a los Campos Elíseos

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Bernard Hinault y Perico Delgado.
Bernard Hinault y Perico Delgado.

– Ventajas que tiene el golf: si la práctica al máximo nivel en el ciclismo fuera tan longeva, lo que nos queda por delante en Augusta, en vista de lo que nos encontramos en el top 20 del torneo, sería algo así como enfrentarnos a las dos etapas reina del Tour teniendo en la pelea por el triunfo, digamos que metidos todos en un margen de apenas minuto y medio, a Perico Delgado, Greg Lemond, Laurent Fignon, Miguel Induráin, Gianni Bugno, Marco Pantani, Ian Ulrrich, Tony Rominger, Alex Zulle, Claudio Chiappucci, Alberto Contador, Andy Schleck, Vincenzo Nibali y Chris Fromme (a Lance Armstrong, por desgracia, hay que dejarlo fuera). Entre Delgado o Fignon, los mayores de este grupo (nacidos en 1960), y Fromme, el benjamín (nacido en 1985) existe casi la misma diferencia de edad que entre Mickelson y Rahm (se llevan 24 años). Apurando, apurando, hasta podríamos incluir a Bernard Hinault en la terna (nacido en 1954), pues la presencia de Langer por debajo del par nos daría licencia razonable para ello. Sea como sea, en esta preciosa y reveladora metáfora a Tiger le queda que ni pintado el maillot y el porte imperial de Miguelón…

– No parece que el resultado ganador vaya a quedarse en ese -8 ó -9 que adelantábamos como vaticinio en las horas previas al inicio del torneo, aunque todo va a depender también de lo que dispongan los rectores del Augusta National, que de momento han dejado más ‘esponjosas’ las zonas de escapatorias y antegreenes, previendo que se iba pegar mucho hierro largo a green en un campo húmedo y, por tanto, más largo. Es muy cierto también, señalémoslo en nuestro descargo, que el viento ha soplado mucho menos de lo que indicaban las previsiones.

Crónica | Rahm se agarra hasta con las pestañas a la gran orgía del golf mundial

Algo nos dice que bien el sábado o el domingo el Augusta National apretará las tuercas, aunque hay que ver cuánto y cómo, dependiendo también de lo que llueva, las interrupciones y demás inconvenientes meteorológicos. Sea como sea, con tal ralea de ‘megacracks’ al acecho de la chaqueta verde, da la sensación de que alguno o varios conquistarán el doble dígito y algo más, que ancha es Castilla (y Georgia).

Blog de Pablo Larrazábal | Adam Scott ha sido diferente y bien podía haberse ido hasta -12

– Adam Scott, tal y como ha señalado Pablo Larrazábal en su blog diario del Masters, aquí, en Tengolf, lo bordó ayer y aún se dejaba por el camino cinco opciones desde distancias que iban del metro largo (hoyo 11) a los tres metros de distancia, incluyendo el putt tan corto que erraba en el 16 para salvar el par. El australiano iba levitando, ciertamente, con un ritmo y puntería en los segundos tiros apabullantes.

– Si Scott brilló, también lo hizo Xander Schauffele, que entregaba la mejor tarjeta del día (65). La cuestión es que este jugador, en cinco vueltas de competición en Augusta (debutó en 2018) arrojaba una media de casi 74 golpes, así que lo suyo ayer fue algo así como una arrobadora revelación. Como quiera que ya ha demostrado en otros torneos de alto rango que sabe manejar la presión con mano firme, y su juego es tan ordenado y afilado, habrá que vigilarlo de cerca. Su despliegue del viernes se daba en todos los frentes. Desde el tee, pegando segundos tiros inmaculados, plenos de control y poderío y, en muchas ocasiones, hasta de auténtico experto (y no lo es en este campo), recuperando con finura, casi con dulzura, alrededor de los greenes cuanto tocó hacerlo y enchufando todos los putts que había que enchufar y alguno más, como el que metía en el hoyo 10 desde cuatro metros para salvar el par.

Sergio no consigue frenar la sangría en los Majors

– Si Sergio no está el fin de semana en el Augusta National es por una sola razón, que ya apuntábamos en la crónica de su segunda vuelta: es imposible mantenerse a flote en este campo (y en cualquiera, podría añadirse) o aspirar a una meta alta sin meter ni un solo putt desde más allá del metro y medio de distancia, que es exactamente lo que le ha ocurrido al de Borriol en el total de las dos jornadas. Es inútil buscar otras causas. Todas las que hubiera tienen su origen en este singular hecho.

Declaraciones de Jon Rahm: “Tras el golpe del hoyo 8 ya no fui el mismo jugador”

– Rahm ha reconocido que el grueso error en el segundo tiro del hoyo 8, cuando trataba de procurarse una opción de eagle, marcó el resto de la vuelta. Fue uno de esos golpes fallidos que pueden dejarte muy tocado (un ‘socketazo’ en toda regla), como así ocurrió. Desde ese momento, si nos fijamos, ya casi no fue capaz de producir golpes de ‘draw’ con determinación e intención, condición indispensable en este campo, pues su inconsciente le jugaba malas pasadas. Visto así, tiene aún más mérito la resistencia feroz que planteó, finalmente exitosa. Queda confirmar si la de ayer ha sido su vuelta mala de la semana, porque si tu día atravesado o de sufrimiento en Augusta se traduce en un 70 libre de bogeys es que las cosas no pueden ir mejor…

Diario de un padre en Augusta | El recuerdo imborrable de ver a tu hijo poner en pie a una grada en el Masters

– A Rafa le falta esa vuelta magna en Augusta, aunque ya ha jugado varias veces por debajo del par en las doce rondas de competición que acumula y el año pasado abría con un excelente 69. La gran noticia es que la tiene. Año a año la ha ido vistiendo, componiendo, diseñando, y la tiene dentro. ¿Por qué no puede darse este fin de semana? Hoy juega junto a Langer, así que deberá hacer acopio de una pizca más de paciencia, porque el alemán no es precisamente una centella sobre el verde.

Rafa trata de tú a tú a Molinari y se sostiene ante la avalancha de los pesos pesados

– A todo esto: Francesco Molinari es el jugador que menos putts suma en las dos primeras jornadas. Es increíble que sea él quien más y mejor nos haya refrescado aquellas sensaciones que provocara Jordan Spieth en el Masters de 2015 (y tantas y tantas otras veces): lo veías puesto sobre la bola en cualquier situación y creías ciegamente en que lo iba a enchufar.

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