Stephen Curry cumplió esta semana uno de los sueños que tenía pendientes. El base de Golden State Warriors y gran estrella en la NBA aprovechó la visita a Atlanta para jugar en el Augusta National. El golf es una auténtica pasión para Curry, es un gran jugador que ronda el hándicap 2 y el pasado martes vio cómo su entrenador hacía realidad la promesa que realizó justo antes de las finales de la NBA. Steve Keer prometió a Curry e Iguolada una ronda en Augusta si se proclamaban campeones de la NBA.
Nada más conquistar el anillo, según cuentan las crónicas que recoge ESPN, Iguolada, en pleno festejo, se lo recordó a Kerr y a Curry. «Nos vamos a Augusta», le gritó. Steve Kerr es un gran aficionado al golf y ya había tenido la oportunidad de jugar en Augusta, ya que es íntimo amigo de un socio del recorrido que cada año acoge el Masters. «Primero le pregunté a mi amigo, me dijo que no había problema y tuvimos la oportunidad de jugar este martes», señaló en declaraciones a algunos medios americanos.
Iguolada, Curry, el padre de Curry y algunos directivos de los Warrios jugaron la ronda prometida y cumplieron un sueño. El genial base norteamericano no quiso desvelar el resultado que hizo, aunque por sus comentarios no debió ser demasiado bueno. «Comencé con un birdie en el primer hoyo, así que después ya se sabe, sólo se puede ir a peor…».
Curry tuvo la oportunidad de jugar con el presidente Barack Obama el verano pasado, realizando 76 golpes mientras Obama conducía el buggie.
