Es salir al campo con un aficionado, esperar unos hoyos y, después de haber pegado al suelo antes que a la bola unos 10 centímetros o toparla, decir: “He levantado la cabeza”. Es uno de los grandes mitos del golf y sin duda uno de los que más globalmente se ha extendido. Lo he escuchado ya en varios idiomas. La realidad, sin embargo, es muy distinta. No sólo no pasa nada por mover la cabeza durante el swing, sino que además es muy necesario en muchos casos.
No sólo no pasa nada por mover la cabeza durante el swing, sino que además es muy necesario en muchos casos
Antes de explicar por qué sí se puede levantar la cabeza, una muestra que no dejará a nadie de los arriba mencionados indiferente. He aquí tres jugadores que han ganado majors que no sólo no miran a la bola en el momento del impacto, sino que están bastante lejos de hacerlo.
Todos los amateurs que intentan no mover la cabeza lo que hacen es bloquear por completo la rotación del cuerpo a través del impacto
Annika Sorenstam, Henrik Stenson o David Duval son tres ejemplos muy buenos de esta idea. ¿Qué hay de malo en no levantar la cabeza? Pues que todos los amateurs que intentan hacer esto lo que hacen es bloquear por completo la rotación del cuerpo a través del impacto. Y en el swing de golf, como en el tenis, el hockey o el béisbol, se necesita girar. ¿Recuerda esos golpes pesados o esos filazos por levantar la cabeza? Es muy probable que se despidiera de ellos si girara propiamente. Habrá instructores que le digan que más y otros (espero que pocos) que menos, pero por norma general cuanto más pueda girar un jugador, mejor.
¿Por qué llevo años sin mejorar?
Y no únicamente eso, no mover la cabeza puede que incluso esté limitando su swing en el momento de subir el palo. He aquí otro ejemplo:
¿Se da cuenta cómo Dustin Johnson se va alejando ligeramente de la posición de la bola y su cabeza gira a lo largo del backswing? Gira la cabeza porque es el único modo de permitir ese descomunal giro que produce con su cuerpo.
Girar hasta donde usted pueda, tanto subiendo como bajando el palo, es fundamental para sacar la máxima velocidad de la cabeza del palo
Usted me dirá: “Bueno, tengo 60 años y no me parezco al número uno del mundo, ni a Annika Sorenstam ni a David Duval”. Y tiene razón, no se parece en nada. Pero si tiene 60 años es muy probable que no pegue a la bola tan lejos como antes. Girar hasta donde usted pueda, tanto subiendo como bajando el palo, es fundamental para sacar la máxima velocidad de la cabeza del palo en el impacto, que es uno de los principales factores que generan distancia en la bola.
¿De verdad la ProV1 es la mejor bola para usted?
Así que ya sabe: difunda la palabra. Y la próxima vez que lo escuche en el campo, que seguro que lo hace, ayude a su compañero o compañera de partido. Dígale que siga levantando esa cabeza, porque muy probablemente no lo haga.
