Inicio Noticias Jon, Lexi, churras, merinas y el ‘mandao’

Jon, Lexi, churras, merinas y el ‘mandao’

Compartir
Lexi Thompson marca su bola en el green. © Golffile | Thos Caffrey
Lexi Thompson marca su bola en el green. © Golffile | Thos Caffrey

Mi madre me encarga un ‘mandao’: Dos barras de pan, mantequilla, un kilo de tomates, pimiento, ajo y aceite.

Opción número 1: Salgo de casa y voy directo al bar, me tomo seis cervezas y regreso a casa, si acaso con las dos barras de pan, seguramente porque algún vecino se ha dejado las suyas en el portal y he visto mi oportunidad…

Opción número 2: Salgo de casa, saludo al cartero, le explico que deje la carta en el buzón y que no vamos a estar la semana que viene porque nos vamos al Open. Después, camino a la tienda me cruzo con un amigo al que no veía desde hace seis meses y nos ponemos al día. Obviamente, nos tomamos tres cervezas y acabamos jurando como si no hubiera mañana que esa semana nos llamamos para quedar a comer. Salgo del bar, voy a la tienda y compro dos barras de pan, un kilo de tomates, pimiento, ajo y aceite. Se me olvida la mantequilla.

El ‘mandao’, obviamente, está mal hecho, pero poco o nada tienen que ver una escena con la otra. Pues exactamente lo mismo es comparar la penalidad a Lexi Thompson en el ANA Inspiration con lo que ocurrió con Jon Rahm en el hoyo 6 de la última ronda del Open de Irlanda.

Lexi va a terminar el putt, de repente se para porque no lo ve claro, se agacha, marca la bola e inmediatamente la repone en otra posición.

Por contra, Jon no puede acabar su putt porque la bola justo reposa sobre la marca de Im, se ve obligado a marcar su bola para dejar acabar a su compañero de partida, mueve su marca por cortesía para que no moleste a Im, devuelve la marca a su posición original tras el putt de Im y repone la bola donde más o menos pensaba que estaba anteriormente. No es en el mismo sitio que estaba, cierto, pero por unos milímetros. Un putt, por cierto, que Jon habría terminado sin marcar de no haber quedado su bola sobre la marca de Im.

Por favor, no mezclemos churras con merinas.

Y ahora, con su permiso, me voy a comer el excelente gazpacho de mi madre.