Quien crea que la revolución de Bryson DeChambeau se ha completado con sus cuatro victorias en los últimos nueve torneos, anda bastante equivocado. El golfista de California aseguró ayer poco después de levantar la tetera de campeón en Dubai que tiene un plan y que sólo se encuentra al 50 por ciento. “Tengo un plan, pero aún hay que esperar para llevarlo a cabo al completo. Ahora, por ejemplo, no tenemos la tecnología suficiente para hacer algunas cosas que tengo en la cabeza. Mi cálculo es que tardaré probablemente cinco años en poder completar mi idea sobre el golf al 80 o 90 por ciento”, afirma.
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El físico DeChambeau no habla del ciento por ciento porque asegura que a su juicio es imposible. El margen de error existirá siempre porque hay algo que es incontrolable. Se trata del viento. “Nunca conseguiremos resolver la variable del viento. Podemos hacer una buena estimación de lo que puede ocurrir, pero nunca seremos capaces de controlarlo verdaderamente”, apunta.
“Nunca conseguiremos resolver la variable del viento. Podemos hacer una buena estimación de lo que puede ocurrir, pero nunca seremos capaces de controlarlo verdaderamente”
Concretamente, anunció que uno de sus próximos objetivos será reducir la dispersión, o lo que es lo mismo dejar la bola más cerca de bandera en los tiros a green. Por supuesto, con su método, tirando de física y matemáticas. El estudio ya lo tiene bastante avanzado y ha llegado a conclusiones más que interesantes. Lo explica con una claridad meridiana. “Ahora mismo, la media del mejor jugador del PGA Tour de distancia a la bandera en los golpes a green a lo largo de un año es de 30 pies (unos nueve metros). Estoy convencido de que si conseguimos reducir esa media a 20 pies (seis metros) o 14 (cuatro metros y medio) seremos capaces de meter más putts y hacer más birdies. Es en lo que estamos trabajando ahora. Eso sí, por desgracia, nos va a tomar un poco de tiempo…”, señala.
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Sólo hay que ver su despliegue esta semana en el Emirates Golf Club de Dubai para saber que lo tiene bastante avanzado. Ha pegado muchísimos golpes que habrán podido acabar más o menos cerca del hoyo, pero la gran mayoría de las veces a la altura de la bandera. Su método, desde luego, le está ayudando de manera espléndida a tener un gran control de la distancia.
DeChambeau defiende su método desde la humildad, sin imposiciones y dejando que los resultados hablen por sí mismos. “Sé que muchos han calificado mi swing como absurdo y otras cosas, sé que pateo raro y que lo que hago resulta extraño. Pero honestamente, no lo hago por llamar la atención, sino porque es lo más cómodo para mí. Ese swing, con esos palos y ese ángulo es lo que me permite tener el movimiento más repetitivo posible”, asegura.
«Sé que muchos han calificado mi swing como absurdo y otras cosas, sé que pateo raro y que lo que hago resulta extraño. Pero honestamente, no es por llamar la atención, sino porque es lo que mejor me viene a mí»
La revolución de DeChambeau es comparada ya en el golf mundial con la que consiguió Tiger Woods con la preparación física. Los golfistas comenzaron a considerarse auténticos atletas y se preparan como tal. El joven de 25 años no quiere ir tan lejos, al menos de momento. “No sé si será una revolución como la de Tiger porque no puedo predecir el futuro, pero desde luego sí puedo decir que yo he trabajado muy duro en esto, así como mi caddie, Tim Tucker, y hemos descubierto cosas que nadie antes había logrado. Esto hace la diferencia. Nosotros tratamos de averiguar porque se producen los errores, entenderlo y tratar de corregirlo. Creo que esto puede generar un impacto en el golf. Es ciencia legítima y pienso que cada vez más gente lo va a tener en cuenta y no lo va a ver como una broma”.
“No sé si será una revolución como la de Tiger porque no puedo predecir el futuro, pero desde luego sí puedo decir que yo he trabajado muy duro en esto, así como mi caddie, Tim Tucker, y hemos descubierto cosas que nadie antes había logrado»
En cuanto a sus referentes científicos, DeChambeau lo tiene claro. “Siempre me ha atraído muchísimo la figura de Albert Einstein. Él no tuvo mucho éxito en la Universidad y, sin embargo, después tuvo un éxito increíble. Algo parecido me ha pasado a mí. Aprendí muchas cosas en la Universidad, pero realmente no te prepara siempre de la mejor manera para el mundo real. Y el golf, además, es algo único. Einstein dejó para la historia la teoría de la relatividad, y a mí me gustaría hacer algo parecido con el golf”, remata. Igual más de uno puede pensar que es exagerado, pero la realidad es que caddies y jugadores que han coincidido con él en el campo de prácticas y durante las rondas de competición, aseguran que hace cosas que son únicas.
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«Einstein dejó para la historia la teoría de la relatividad, y a mí me gustaría hacer algo parecido con el golf”
Por cierto, Bryson confirmó que será miembro del European Tour y que jugará más torneos de este circuito. Probablemente, se le vea en Escocia justo antes del Open Championship.
