Adrián Otaegui superó la semana pasada, con su duodécimo puesto en el Open de Francia, las ganancias de todo el curso 2017 en el circuito europeo, que a su vez habían superado a las de 2016, que a su vez habían superado a las de 2015, que a su vez habían superado a las de 2014, año de su ingreso en el circuito. Con perdón por el trabalenguas, la conclusión sale sola: nunca ha dejado de progresar. Aunque lo de este año es aún más llamativo, pues nos encontramos a principios de julio.
Hipnotizados (y esperanzados) en aquella esquina del norte de Irlanda
De momento, el joven vasco mantiene la buena línea, comenzando con un más que notable resultado de 69 golpes en la primera jornada del Open de Irlanda, con un solo bogey en la tarjeta, que le ha llevado hasta la parte alta de la clasificación una vez finalizado el turno matutino de juego, a dos golpes del líder provisional, el neozelandés Ryan Fox (-5). Otra vez con los mejores, como síntoma de lo bien que trabaja. De nuevo y desde el inicio con todas las expectativas abiertas, sea la lucha por el triunfo o en este torneo concreto, la conquista de una plaza en el British Open
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Muy cerca de él se ha situado otro ‘clásico’ en estas lides de altura como Jorge Campillo (-2), un señor aún más experimentado en la progresión y mejora continuas, que también abre su participación en el Ballyliffin Golf Club con un registro sólido y esperanzador. Ambos por delante de quienes, en realidad y por méritos propios, llevaban el estandarte del golf español en el bello paraje del norte de Irlanda, Jon Rahm (+2) y Rafa Cabrera Bello (+4). Es cierto que se han visto, se están viendo, buenos resultados, pero tan sencillo no debe estar el asunto cuando el de Barrika y el de Maspalomas han sufrido semejantes revolcones.
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A Rahm se le torcía la ronda justo en su meridiano, con sendos y consecutivos dobles bogeys en los hoyos 18 y 1. Jon fallaba clamorosamente la calle del 18, yéndose por la derecha al rough triguero, y por muy poquito la del 1, terminando bloqueado en un bunker de calle. Antes y después de estos dos momentos puntuales y hasta azarosos, lo cierto es que su vuelta parecía en control. El canario, por su parte, comenzaba arrollador con dos birdies en los primeros tres hoyos que lo llevaban hasta el liderato, aunque después, precisamente cuando la temperatura ambiental se iba calentando, era su juego el que se enfriaba. Los dos van a tener que apretar de firme para pasar mañana un corte que hoy puede establecer su listón en torno al resultado de PAR. Lo mismo cabe señalar de Carlos Pigem (+3), Álvaro Quirós (+3) y con mayor alarma de Pedro Oriol (+6).
