La misma historia con el mismo final. Cruel y doloroso. Rafa Cabrera Bello (-10) se volvió a quedar por segundo año consecutivo con la miel en los labios en el UBS Hong Kong Open. Otra vez segundo. Otra vez a un golpe. Otra vez por detrás de un jugador australiano. Cambien a Sam Brazel por Wade Ormsby y tendrán el ‘déjà vu’ perfecto. Lo podría haber firmado el mismo Maquiavelo…
Aquí no hay engaño alguno, simplemente una conjunción planetaria que parece haberse cebado con Cabrera Bello en este campo en los dos últimos años. Hay una deuda pendiente. De eso no queda ninguna duda. Y no es que precisamente a Hong Kong le tenga mucho que reclamar la Armada, pero con Rafa, de momento, se ha comportado de manera áspera.
Inicio frío del jugador canario
El golfista canario tardó en arrancar la moto en la última jornada. Pasó los diez primeros hoyos con un parcial de uno sobre el par y daba la sensación de que el torneo se le había escapado de las manos. De hecho, en el hoyo 8 llegó a estar a cinco golpes de su compañero en el partido estelar, SSP Chawrasia…
Pero si algo sabe Rafa es que Hong Kong se puede hacer muy largo. Es un campo muy exigente, que castiga los malos golpes y donde las situaciones pueden variar muchísimo en poco tiempo. Cinco hoyos después, Rafa había hecho birdie en el 11 y 13, Chawrasia se había desmoronado, Bjork aguantaba, Suri sufría y Ormsby poco a poco emergía… La película había dado un giro de 180 grados.
El bogey de Ormsby en el hoyo 18
Rafa y Ormsby fueron de lejos los que mejor jugaron en los últimos hoyos del Hong Kong Golf Club. Merecían librar juntos la última batalla y así fue. El australiano, muy fino en los últimos hoyos, dejó escapar dos buenas opciones de birdie en el 15 y 16, pero embocó en el 17 tras pegar el golpe del día. Fabuloso. Tomaba dos golpes de ventaja. Pese a todo, la presión se deja sentir, y mucho más en un jugador que llegó a Hong Kong con 263 torneos jugados en el European Tour y cero victorias. Hizo tres putts en el 18 y acabó con bogey. La puerta se le abría a Rafa…
Se le abría por el falló de Ormsby y, sobre todo, por el excepcional putt de birdie de unos siete metros que embocó el canario en el 17. Salió al 18 con opciones a todo. Un birdie le daba la victoria, con un par salía al desempate y con un bogey ganaba Ormsby. Salió a calle y su segundo golpe estuvo muy cerca de ser buenísimo… Otra vez la delgada línea del golf. Un metro más largo y se habría dejado una magnífica opción de birdie. Sin embargo, la bola no llegó a coronar la plataforma donde estaba la bandera y volvió hacia atrás para acabar en el búnker. La sacada no fue muy buena, se quedó algo corto y se le escapó por la derecha el putt de par… Maquiavelo en acción.
Victoria para Wade Ormsby, que encuentra la gloria a los 37 años y tras una carrera en la que se ha recorrido el mundo entero con la bolsa al hombro. Un triunfo más que merecido para un auténtico trotamundos y jornalero del golf.
Recital de Miguel Ángel Jiménez (63 golpes)
Más allá de la victoria de Ormsby, el hombre del día fue Miguel Ángel Jiménez (-8). El jugador de Churriana volvió a dejar a todos con la boca abierta en Hong Kong. Se despidió con una ronda de 63 golpes, la mejor que se ha visto esta semana y tres golpes menos que el siguiente este domingo. Un recital. Ha terminado en el top ten, su segundo consecutivo en el European Tour. Y queda poco más de un mes para que cumpla 54 años… Brutal.
Buen final también para Sergio García (-5). El jugador de Borriol volvió a jugar bajo par y terminó en el top 20 en su primera aparición en Hong Kong. Más atrás acabaron Pedro Oriol (+1) y Carlos Pigem (+2).
