Poco antes de las ocho de la mañana en Napa, California, al filo de las cinco de la tarde del jueves en la Península, se cocinaba el primer hoyo en uno de la temporada 2016-17 del PGA Tour. Ocurría en el hoyo 11 del recorrido Norte del Silverado Resort, donde este jueves ha comenzado el Safeway Open. El autor, Jon Rahm, que había iniciado su vuelta por el hoyo 10. La cosa fue más o menos así: un tiro desde unos 158 metros con un hierro 7 tranquilito y la bola que terminaba empotrada de vuelo en la cazoleta…
¿Una anécdota? Hay quienes se empeñan en defender que este tipo de acciones en un campo de golf tienen mucho de casualidad. Miguel Ángel Jiménez se pone de los nervios cuando lo escucha. «Habrá que pegar un gran tiro para meterla de uno, ¿no?», suele decir. Y tiene razón el malagueño, auténtico especialista de los ‘aces’.
Después, Rahm embocaría desde la arena en el hoyo 4 para birdie. ¿Otra anécdota o más bien la expresión del talento y la convicción de un chicarrón que el próximo noviembre cumplirá 22 años? Cayeron algunos birdies más en su tarjeta, y también un par de bogeys, y el caso es que el Expreso de Barrika terminaba firmando un 66, seis menos en el día, para situarse en los puestos punteros desde la primera jornada, a cuatro golpes, eso sí, del líder, Scott Piercy (-10), que ha arrancado con el primer 62 de la temporada.
Sesenta y doses se ven pocos a lo largo del año, pero uno como este se va a ver todavía menos: Piercy sólo firmaba cuatro pares a lo largo y ancho de los 18 hoyos, sumando hasta doce birdies y dos bogeys (y embocando, por cierto, hasta en seis ocasiones putts que iban de los cuatro a los siete metros de distancia). Abróchense los cinturones: el 66 de Rahm acababa el día con cinco registros mejores por delante. Calderas a reventar desde el inicio.
A eso de las ocho horas y cuarenta minutos de la mañana en Napa, California, dos españoles comandaban la clasificación del Safeway Open. Uno era Jon Rahm y su hoyo en uno. El otro era Gonzalo Fernández Castaño, que también había salido por el hoyo 10, poco antes que el vasco, y encadenaba sendos birdies en los hoyos 13 y 14. Un leaderboard que era un primor. Ojalá sea también una premonición, el anuncio de un ejercicio anual sembrado de emociones fuertes. Al madrileño, no obstante, después se le torcía la vuelta y el viernes va a tener que pelear duro por salvar el corte (entregaba un 73, una más en el día).
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