Puede que no esté Tiger Woods en el Safeway Open que comienza este jueves, pero un tren como el del PGA Tour no se para jamás. Mucho menos si se trata de la primera parada del nuevo curso, el 2016-17. Para el golf español, además, la cita tiene todo el interés del mundo, toda vez que están presentes Gonzalo Fernández Castaño y Jon Rahm.
Acerca del vasco, poco se puede añadir que no se conozca tras su rutilante estreno como profesional. No en vano, Rahm aparece en todas las listas de futuros protagonistas para la campaña que comienza. Existe en Estados Unidos un gran interés por ver hasta dónde es capaz de llegar. Jon se ha plantado en el Silverado Resort (Napa, California) con las pilas bien cargadas, pues no compite desde hace casi dos meses y ha estado trabajando duro en su juego durante las últimas semanas. Aunque en realidad sigue siendo un recién llegado al circuito más importante del mundo, lo cierto es que de él ya se puede esperar cualquier logro. Complejos, ni uno; ambición, toda.
Fernández Castaño, por su parte, reaparece en el PGA Tour en un gran momento de juego y mostrando un inmejorable equilibrio emocional después de saldar con éxito las procelosas Series finales del Web.com y verse de nuevo entre los mejores. El madrileño ha viajado a tierras californianas consciente de que las prisas nunca son buenas consejeras y, al mismo tiempo, de que debe luchar con uñas y dientes desde el pitido inicial. Dicho de otro modo: el temple no está reñido con un nivel exigente de concentración desde el primer torneo.
