Inicio Grandes Circuitos PGA Tour A Rahm tampoco le sienta mal el traje de bombero
Salva una jornada difícil con otra tarjeta por debajo del par y se queda a tres golpes del líder en el quicken loans

A Rahm tampoco le sienta mal el traje de bombero

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Jon Rahm (-12) ha sudado tinta china en la tercera jornada del Quicken Loans National, quedándose a cuatro golpes de líder, un impoluto y brillantísimo Billy Hurley III (-15). Sin embargo, quizá su vuelta haya tenido incluso más valor que las dos anteriores, con un resultado de una menos en un día que por momentos se le pudo complicar seriamente.

Y no es que jugara mal, pero sí que tuvo que afrontar o reparar sobre la marcha algún desagradable cortocircuito, de esos que pueden ponerte una vuelta negra como un tizón. Tras comenzar con un birdie en el hoyo 1, producido desde un bunker de calle, daba la sensación de que el joven vasco sencillamente había recogido el hilo del jueves y el viernes. Sin embargo, pronto llegarían los problemas. Sacaba un buen bogey en el 3 y acto seguido tripateaba en el 4… Pero a esta primera serie de complicaciones respondía con un gran birdie en el 5, y otros dos más en los hoyos 8 y 9.

Había salvado con nota las primeras dificultades. No tardarían en llegar otras, aún más graves. En el 11, probablemente el hoyo más complicado del Congressional en esta tercera jornada, se iba al agua desde el tee y salvaba de nuevo un buen bogey. Y en el 13 recibía un guantazo inesperado y traicionero, de esos que siempre cogen con la guardia bajada y que pueden dejar sonado al más pintado. Porque Jon, en este par 3, pegaba un terrible ‘socket’, sin duda alguna el error más temido en este deporte, el que más veneno puede inocular en la confianza de un jugador.

Pues bien, a Jon Rahm tampoco le sienta nada mal el traje de bombero. Del green del 13 salía con otro buen bogey y después no sufría apenas (al menos aparentemente, porque la procesión iba por dentro, seguro) para apagar el incendio que se le había declarado en su ronda. Es más, los efectos de la bola al agua y del socket apenas se dejaban sentir y el de Barrika metía en vereda su swing y volvía a patear para birdie en los hoyos 14, 15, 16 (aquí lo convirtió) y 17, salvando para finalizar una postrera situación comprometida en el 18.

Digamos que Rahm no ha tenido esta vez todo el control de todas las operaciones, las riendas bien agarradas, pero ha mostrado el arrojo y la lucidez necesarios para sacar adelante el trabajo e incluso terminar ganando al campo por tercer día consecutivo. Hasta el punto que este domingo saldrá en el penúltimo partido junto a Bill Haas (-10). Ernie Els (-13), que entregaba la mejor tarjeta del día (65) tras una exhibición de juego largo (en el hoyo 12 la encestaba, literalmente, para eagle desde  145 metros), ocupará el lugar de Rahm en el emparejamiento estelar, junto a un Hurley que de momento ha bordado el juego (vaya manera de dejar la bola cerca del hoyo una y otra vez).

El neo profesional español (no se puede ser más neo), así pues, todavía se ha permitido el lujo de salir a luchar por el triunfo el domingo y, además, mantiene un margen de cinco golpes en el jugoso objetivo de conseguir una plaza para el British. Se lo ha ganado saliendo indemne de una jornada enrevesada. Los tiene bien puestos este Jon…
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