Jon Rahm ha jugado tres torneos en 2018 y en los tres se ha plantado en el fin de semana con opciones de victoria. En el Sony Open en Hawái acabó segundo, la semana pasada ganó el CareerBuilder Challenge y esta semana se encuentra de momento a un golpe del liderato. Eso sí, la vuelta de ayer fue un poco diferente a lo que ha mostrado en este arranque de temporada. El driver no funcionó también y fue el juego corto quien acudió al rescate.
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“El juego corto me ha mantenido hoy con vida porque no ha sido el mejor de mis días desde el tee. He hecho un montón de recuperaciones para birdie y par. Esta es la razón por la que he hecho seis bajo par y no dos o tres bajo”, sintetizó.
«El juego corto me mantuvo a flote porque no ha sido uno de mis mejores días desde el tee»
En cuanto a lo que tiene por delante, 36 hoyos para ganar otra vez en Torrey Pines y la opción de ser Número 1 del mundo, Rahm se lo toma con calma. “Claro que es una motivación enorme poder ser Número 1, estoy encantado de tener la oportunidad, pero también sé que si no ocurre ahora no es el fin del mundo, tendré más oportunidades en el futuro”, explicó.
«Es una motivación enorme ser Número 1 del mundo, pero si no llega ahora tampoco es el fin del mundo»
En este sentido, Jon asegura que se centra sólo y únicamente en el presente. “Esto es golf y al final se trata de salir al campo y hacer tu trabajo de la mejor manera posible, jugar bien, intentar ganar y lo que tenga que venir, ya vendrá. Hay que estar concentrado en cada jornada, en cada golpe, en cada momento, si piensas demasiado en lo que puede ocurrir, seguro que no juegas un buen golf”, admitió.
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Por último, agradeció el apoyo que está recibiendo en el campo. Se encuentra a gusto en este torneo. “Es magnífico estar en San Diego con el apoyo de la gente y tantos buenos recuerdos de lo que pasó aquí el año pasado”, sentenció.
