El reloj ha vuelto a detenerse este domingo en Bay Hill. Francesco Molinari (-12) lo ha vuelto a hacer. Más de un aficionado en la grada del hoyo 18 cerró los ojos e imaginó a Tiger Woods hace once años. Su putt en 2008 para ganar una vez más el Arnold Palmer Invitational permanecerá para siempre en la retina de todos.
Y hoy, Molinari, le ha hecho el mejor homenaje posible. Con un putt muy parecido, algo más largo, de trece metros, llegando al último hoyo dos horas antes del partido estelar, rubricando un galáctico 64 y cerrando todas y cada de una de las puertas y escotillas del torneo. Quedaba mucho por delante, pero su -12 ya era inalcanzable.
VÍDEO | Molinari pone patas arriba Bay Hill con este putt en el 18
Molinari ha sacado hoy del armario todos los disfraces, igual por aquello de que hace sólo unos días se enterraba la sardina. Ha lucido el de Mickelson, embocando un approach estratosférico en el hoyo 8; el suyo propio de campeón del Open Championship en Carnoustie, inapelable de tee a green durante todo el día; también el de ‘Mollywood’ en la Ryder, embocando putts espectaculares, como en el 1, de seis metros, en el 6, de cuatro y medio o en el 13 de cinco metros; y por supuesto se ha metido en el de Tiger Woods al meter ese birdie decisivo en el 18 desde su casa de Turín.
Molinari ha sido simplemente irresistible. Ha colocado un listón casi imposible. De hecho, el único que realmente se ha acercado a darle caza ha sido Rafa Cabrera Bello (-9). El canario ha firmado un domingo sensacional en Bay Hill, de nuevo vestido con los colores de su tierra, aunque esta vez la gorra era azul, el polo amarillo y los pantalones blancos. Es obvio que le da una energía extra.
VÍDEO | Molinari se pone el disfraz de Mickelson con este golpazo
Ha jugado de libro. Se ha ido fabricando muy buenas opciones de birdie y aunque empezaba algo lento, con un solo acierto en los primeros nueve hoyos, nunca le perdió la cara al torneo. Los dos putts de dos metros en el 7 y 9 para par fueron claves para mantenerse en pie y lanzar la carga final en los nueve segundos. Y es que su putter, su ‘Batman’, ha vuelto a escupir fuego…
Rafa ha sido el único que realmente ha recogido el guante de Molinari. Ha hecho un gran birdie en el 12, otro sensacional en el hoyo 15, el más difícil de Bay Hill, y no ha dejado pasar la oportunidad en el 16. De hecho, pateó para eagle. Cierto es que era un putt cuesta abajo y muy delicado, pero de haberlo metido, la historia podría haber sido otra distinta. Ahí se colocaba a dos golpes de Francesco y le quedaban dos hoyos. Era todo o nada y Rafa se lanzaba a por ello…
En el 17, un par 3 en el que realmente es muy difícil llegar hasta la bandera con los greenes como piedras como estaban hoy en Bay Hill, se ha quedado algo lejos de la bandera, pero ha tirado un putt sensacional, uno más, aunque se ha quedado algo corto. Quedaba el 18 y ya sólo le valía embocar desde la calle para empatar con Molinari y forzar el desempate. Imposible en ese momento no acordarse de Robert Gamez en 1990, cuando hizo precisamente eso, embocó desde la calle para ganar aquella edición.
Rafa sale de las arenas movedizas de Bay Hill agarrado al putter
El drive de salida de Rafa ha sido sideral y se ha dejado un golpe a green de 125 metros. Meterla desde ahí es casi como jugar al Euromillón y esperar que te toque, pero Cabrera Bello lo ha intentado, valiente, atrevido, buscando el trapo, con una línea espléndida, pero su golpe ha salido un poco corto, apenas un metro, y se ha dio al obstáculo. Un final inmerecido, aunque gallardo. Podría haber buscado el centro de green (como después hizo Fitzpatrick) para asegurar la segunda o tercera plaza, pero ha intentado la machada y toca agradecérselo. Otra gran semana de Rafa que rubrica con una espléndida tercera posición.
El único que ha sido capaz de llegar al 18 con -10, igual que Rafa, ha sido Matthew Fitpaztrick (-10), aunque el inglés ha salido en el último partido y no ha tenido un buen domingo. Le ha valido para ser segundo, que no está nada mal, aunque salía como líder. No obstante, la gran decepción, una ronda final más, es Rory McIlroy. El norirlandés ha salido en el partido estelar y nunca ha tenido opciones de ganar. De hecho, ha llegado al 18 con una vuelta de par y -8, a cuatro golpes de Molinari. Hay que ver lo que le cuesta cerrar los torneos.
Es la décima victoria como profesional de Francesco, la segunda en un torneo regular del PGA Tour tras el Quicken Loans del año pasado. Sus últimos diez meses son de ensueño: triunfos en el BMW PGA Championship de Wentworth, Open Championship, Quicken Loans, Ryder Cup, Race to Dubai y ahora en el Arnold Palmer Invitational, en la casa de uno de los más grandes de la historia. Que siga la fiesta en el reino ‘Mollywood’.
