Inicio WGC WGC HSBC Champions La maldición que no cesa: tampoco será en el intento 69

La maldición que no cesa: tampoco será en el intento 69

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Tony Finau, principal candidato a la victoria en el WGC HSBC Champions. © Golffile | Fran Caffrey
Tony Finau, principal candidato a la victoria en el WGC HSBC Champions. © Golffile | Fran Caffrey

Tony Finau (-13) mantiene el liderato y su ventaja de tres golpes en el HSBC después de la tercera ronda. Nadie hubiera apostado por ello cuando se plantaba en el tee del 16 a tres golpes de la cabeza, pero un final suyo con tres birdies consecutivos, combinado con dos bolas al agua de Justin Rose (-10) en los hoyos 17 y 18, saldados con doble bogey y bogey, revertían la situación.

Da la sensación de que el torneo se lo van a jugar entre Finau, Rose, Schauffele (-10) y Reed (-10), pero mejor será no descartar a otros como Fleetwood (-8) o Putnam (-8) y alguno más que sea capaz de firmar algo así como un 64 ó 65 viniendo desde más atrás. Sobre todo visto lo ocurrido el año pasado, cuando Dustin Johnson salía a la ronda final con una renta de seis golpes y terminaba sucumbiendo.

Quien no va a estar en la pelea es Rafa Cabrera Bello (-2), después de cerrar una de las rondas más extrañas de su carrera. Por los primeros nueve hoyos se había metido de lleno en la pomada, con un parcial de cuatro menos y llegando a estar a sólo tres golpes del líder. Su juego de tee a green era poco menos que excelso y el putter del canario echaba humo…

A eso se le llama agarrarse con uñas, dientes, cejas y pestañas

Acto seguido, a partir del hoyo 11, la debacle. El jugador español iba a encadenar hasta cinco bogeys seguidos, seis en siete hoyos, que definitivamente lo dejaban sin opciones, a pesar de rematar con un buen birdie en el hoyo 18. Una cosa llevó a la otra en una sucesión de pequeñas calamidades: comenzó a fallar algunas calles, cayó algún tripateo y, según iban cayendo los borrones en la tarjeta, empezó a sufrir una sensación de frustración que le llevaba a arriesgar más de lo que marcaba su hoja de ruta y, por tanto, terminó fallando greenes por el lado malo con un nulo balance en las recuperaciones, al contrario de lo que ocurría el viernes… El Sheshan International lo iba cazando una y otra vez en una serie casi macabra.

Le va a costar a Rafa digerirlo en estas horas previas a la ronda definitiva, porque realmente llegó a darse cuenta en el propio campo de que había hecho lo más complicado, rebotar con decisión al alza y recortar las diferencias de modo sustancial con los líderes, viéndose con todas las opciones abiertas. Pero no le queda más remedio que hacerlo, puesto que su torneo no está siendo malo. Al fin y al cabo está a sólo dos golpes del top ten y no debe dejar escapar ningún punto, dólar o euro que tenga a tiro.

Los números de una puñetera maldición que puede cumplir 20 años

De nuevo la maldición de los World Golf Championship sobre la Armada. No hay manera. Tampoco se cantará victoria en el intento 69 y cumplidos veinte años desde la aparición de estos torneos. Habrá que dejarlo, qué remedio, para el intento 70, en México, allá por la segunda quincena de febrero…

Jon Rahm (+2) ha remontado el vuelo con una vuelta de 69 golpes. La mejora llega tarde como para pensar en las metas más altas, pero quizá no tanto como para dejar la semana bien maquillada y arreglada. De entrada, el de Barrika encadenaba hasta diez pares y esta vez le ganaba la partida a la impaciencia, con un excelente parcial de tres menos por los últimos ocho hoyos y a pesar de acabar por el hoyo 9 con el único bogey del día… No podía terminar la ronda sin que el recorrido chino le hiciera de alguna manera la puñeta.

La segunda ronda del WGC HSBC, en fotos

Lo que le ha ocurrido a Jorge Campillo (+9), por su parte, podemos incluirlo también en el apartado de las maldiciones: no se merecía el extremeño el quíntuple bogey que firmaba en el hoyo 8, penúltimo de su ronda, cuando venía librando una preciosa y triunfante batalla. Adrián Otaegui (+6), finalmente, no consigue darle la vuelta a esa dinámica en la que lleva metido casi desde el inicio de la semana, que consiste en pagar caro casi cada error y en no terminar de sacar rédito a los buenos golpes.

En juego está también el número 1 del mundo. Justin Rose se ha complicado el acceso al trono con el final de vuelta tan aciago que ha protagonizado, pero todavía lo tiene a tiro, sobre todo si gana. Pero también tendría muchas opciones de conseguirlo con un segundo puesto en solitario, e incluso quedando en segunda posición empatado con un solo jugador (ver aquí las combinaciones).