Todos sabían que algún día iba a pasar. Se decía entre bambalinas. Lo hablaban los jugadores, los caddies, los árbitros. No es fácil acostumbrarse a un cambio tan radical. Ha ocurrido hoy en la segunda ronda del WGC México Championship. Nos referimos a la variación en la manera de dropar.
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La víctima ha sido Rickie Fowler. Le ha ocurrido en el primer hoyo del día, el 10. Ha cometido un tremendo error en su segundo golpe y la bola se ha ido fuera de límite. Al dropar, lo ha hecho desde el hombro y no desde la rodilla, tal y como manda la nueva regla. No se ha dado cuenta del error y ha pegado el cuarto golpe. Inmediatamente después es cuando ha sido consciente de lo que había pasado y se lo ha dicho a los árbitros. El castigo, según las nueves reglas, es de un golpe de penalidad. De este modo, Fowler ha terminado con triple bogey, aunque su reacción ha sido muy buena, con birdie en los hoyos 11 y 12.
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Fowler no habría tenido golpe de penalidad si se hubiera percatado del error antes de pegar a la bola. En ese caso, no hay ningún problema para coger de nuevo la bola y volver a dropar. Curiosamente, unos hoyos después es lo que le ha pasado a Rory McIlroy. Ha dropado desde el hombro tras irse al agua en el hoyo 6, pero se ha dado cuenta y ha vuelto dropar desde la rodilla sin recibir castigo alguno. La casualidad ha querido que se vea en una misma ronda de golf las consecuencias de la nueva manera de dropar impuesta en 2019 por la USGA y el Royal and Ancient.
