Preguntas a Jon Rahm y le cuesta enumerar los hoyos donde esta semana no va a pegar el drive de salida. Preguntas al resto del planeta y es el mundo al revés. Tienen que forzar su memoria para contar los hoyos donde sí van a ir con todo desde el tee.
Jon esbozaba hoy una sonrisa maliciosa al comentar la estrategia. El de Barrika ha recuperado esta semana su lado más salvaje. Aquel que no pudo sacar el año pasado porque no se encontraba tan cómodo con su driver. “Cada vez que pueda voy a pegarlo. Va a ser la misma estrategia que en 2017, cuando me quedé muy cerca de ganar. El año pasado fui mucho más conservador porque no estaba tan a gusto desde el tee, pero esta semana me voy a soltar…”, asegura a modo de declaración de intenciones. Con el M5 de TaylorMade tiene más confianza.
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Las estadísticas le dan la razón. En 2017 fue el sexto más pegador del torneo, mientras que el año pasado bajó al puesto 59º. La diferencia fue brutal y, sobre todo, encorsetó a un jugador que no se encuentra cómodo jugando en contra de su estilo natural agresivo. Es imponente ver cómo se salta los dog legs por encima de los árboles, mientras sus compañeros aseguran la calle con hierro.
Jon llega en un buen momento a México. Su juego se encuentra bien, a excepción de una parcela donde no termina de encontrarse a gusto. Hablamos de los hierros medios. “No estoy cómodo, me falta algo, no estoy pegando esos palos como a mí me gustaría y por ese motivo no estoy logrando dejarlas cerca”, afirma. De hecho, es la razón principal por la que no ha caído alguna victoria más en esta sensacional racha de top ten que acumula, cinco en 2019 y siete contando los dos últimos torneos del año pasado.
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En cualquier caso, Rahm se ve peleando por la victoria también en México. “Tengo claro que se pueden lograr victorias sin estar completamente cómodo, así que lo vamos a intentar. El resto del juego está muy bien y cada día que pasa me encuentro más cómodo con los hierros. Todos los días llego a la cancha de prácticas con la idea de conseguir una sensación que me permita estar más gusto”, señala.
Así las cosas, las noticias respecto a Rahm son muy buenas. Está haciendo top ten como churros sin estar completamente a gusto con su juego, y además recupera este año su versión de 2017, aquella con la que hizo vibrar a todos tras su excepcional mano a mano con Dustin Johnson. Va a sacar a pasear de nuevo el bazuca.
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En cuanto al equipamiento, la única duda de Rahm está en poner en juego la madera 5 o el híbrido 4. Lo va a decidir cada día junto a su caddie en función del viento y de las banderas, “aunque lo normal es que sea la madera 5”, termina confesando.
