Vestuario de campeones del Augusta National. El santuario.
El lugar donde todo golfista sueña con ver algún día su nombre en una placa o en una chaqueta verde, incluso aunque esté mal escrito como en la de José María ‘Olazábel’.
Es lunes de Masters y el juego se ha suspendido a eso de las diez y media de la mañana por tormenta eléctrica. Los jugadores van llegando de regreso a la casa club y se montan improvisadas tertulias. En el vestuario de campeones, en la planta de arriba, también.
No es muy grande y apenas caben cuatro mesas de cuatro personas cada una. Está de bote en bote. Lógico. Todos han regresado a la vez tras la suspensión. Se respira historia. Muchos años de Masters en esa sala. Allí están Billy Casper (ganador en 1970), Bob Goalby (1968) (En la imagen), Charles Coody (1971), Tom Watson (1977 y 1981) o Bernhard Langer (1985 y 1993), entre otros.
En esas aparece José María Olazábal (1994 y 1999). Sólo queda una silla libre, junto a Langer, y se sienta. Empieza la tertulia en el vestuario de campeones. Una delicia. Hablan Casper, Goalby y Coody sobre los ‘yardage books’, los libros de medidas que desmenuzan los campos para tener mil referencias antes de ejecutar un golpe. Son compañeros inseparables de los golfistas, una herramienta básica de trabajo. Pero claro, no siempre existieron. Antes, los jugadores tiraban de instinto, pura intuición para elegir el palo. “¿Os acordáis cuando no había libros de medidas? ¿Quién fue el primero en usarlo?”. Así arranca la charla.
Todos rebuscan en su abarrotada memoria. Casper parece tenerlo claro. “Había un amateur muy bueno que empezó a usarlo, pero no me acuerdo del nombre. Entre los profesionales, el primero que lo utilizó fue Deane Beman”, asegura. Beman ganó cuatro veces en el PGA Tour, dos veces el US Amateur, un British Amateur y fue segundo en un US Open. Además, fue el comisionado del PGA Tour antes del actual Tim Finchem. Estuvo en el cargo veinte años (1974-1994).
Tercia en la charla otro de los veteranos y asegura: “yo no me acuerdo quién fue el primero, pero nunca olvidaré lo que me dijo Sam Snead sobre los libros de medidas. Me comentó que si él los hubiera usado en su momento habría ganado cincuenta torneos más…”. Snead tiene el récord de victorias en el PGA Tour (82).
La charla se anima y Goalby recuerda viejos tiempos. “Corría el año 1960. Salí de mi club para jugar una gira de torneos, pero me fue bastante mal y se me acababa el dinero, así que avisé al club de que volvía a la siguiente semana. Gané ese mismo domingo y ya no volví. Conseguí tres victorias en tres meses”.
Son conversaciones en una sala de campeones. Historia viva del golf.
