Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2018 «Pensaba que el segundo golpe había sido perfecto…»

«Pensaba que el segundo golpe había sido perfecto…»

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Sergio García, hoy en Augusta.
Sergio García, hoy en Augusta.

Sergio García no encontraba una explicación a lo que había pasado en el hoyo 15. Seguramente porque no la tiene. Trece golpes en el par 5 que hace sólo un año le daba la gloria. Trece golpes pegando buenos tiros, buscando la bandera, haciendo exactamente lo que quería. “No sé muy bien ni qué decir… Es la primera vez en mi vida que hago trece golpes sin fallar un solo tiro. Así de simple. Son cosas que pasan. Pegué un montón de buenos golpes, pero por desgracia la bola no quiso parar. Es mala suerte, nada más que eso”, señaló.

VÍDEO | Trece golpes: así fue el drama de Sergio en el hoyo 15

Sergio explica con detalle la secuencia y lo cierto es que es para creer en las meigas. “Tenía 206 yardas (unos 185 metros) a la bandera y pegué el hierro 6. Era el palo. La bola iba directa a la bandera, perfecta y ya no sé qué pasó… Seguramente, si hubiera volado medio metro se habría quedado al lado del hoyo y si hubiera botado un palmo menos no se habría ido al agua, habría aguantado en el collarín. Simplemente botó en el sitio perfecto para ir hacia atrás y caer al agua. Después con el wedge seguí pegando buenos golpes, pero sencillamente la bola no quiso parar…”, señaló.

“Tenía 206 yardas (unos 185 metros) a la bandera y pegué el hierro 6. Era el palo. La bola iba directa a la bandera, perfecta y ya no sé qué pasó…»

Cualquier análisis de la ronda pasa obviamente por lo que ocurrió en ese hoyo 15. Sergio echó de menos la opción de birdie en el 13. Tenía un putt de dos metros. “Fue una pena porque si lo hubiera metido me habría puesto al par. Habría sido una buena remontada tras un mal inicio, pero tiré un buen putt (dos metros) y no quiso entrar, rozó el borde del hoyo. En el 14 hice bogey y el resto ya es historia…”, afirma.

Sergio: magia negra, pesadilla e infierno a fuego lento

Hay ocasiones en que las cosas tampoco tienen mucha más explicación que la mala suerte. La realidad es que viendo la secuencia de golpes de Sergio, todos son buenos y por apenas unos centímetros arriba o abajo acaban en el lago. Ahora ya sólo queda la épica para pasar el corte. En estos momentos está a siete golpes.