Inicio Masters de Augusta 2019 Diario de un padre en Augusta “Oye, qué estupendo, entre todos tenemos tres Chaquetas Verdes”

“Oye, qué estupendo, entre todos tenemos tres Chaquetas Verdes”

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Rafa, junto a Olazábal y Ángel Cabrera. © Rafael Cabrera
Rafa, junto a Olazábal y Ángel Cabrera. © Rafael Cabrera

Ha sido un día brillante. Por suerte, los malos augurios quedaron en eso, sólo en augurios, y apenas cayó una chispa de agua que no molestó en absoluto, al revés, hizo más fresco el día y fue muy agradable. Rafa ha jugado otro magnífico partido de prácticas junto a José María Olazábal y Ángel Cabrera. Hoy han tocado los nueve segundos. Se lo han pasado muy bien, aunque lo que más me ha llamado la atención ha sido el público.

Jose María Olazábal. © Rafael Cabrera
Jose María Olazábal. © Rafael Cabrera

He podido comprobar con una enorme satisfacción que todo el mundo conoce a Rafa. Aquí en Augusta no hay información de los partidos de prácticas, ni carteles de quiénes van jugando en cada hoyo y, en cambio, los iba oyendo a todos cómo hablaban de Rafa como de cualquier otro jugador. Es la primera vez que veo que lo conocen de esa manera por sí mismo y os tengo que reconocer que se te llena el alma cuando ves como padre cómo ha conseguido hacerse famoso en un país tan grande como Estados Unidos.

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Precisamente, al escuchar comentarios del público aquí y allá, nos dio pie a mi mujer Emma y a mí a recordar cuando Rafa era pequeño y hablábamos de la posibilidad de jugar algún día en Augusta. Recuerdo que lo comentamos incluso cuando él era amateur, viendo por la tele el Masters. Imagino que os podéis hacer una idea de lo gratificante que es para su madre y para mí verlo ahora aquí, en vivo y en directo, peleando con los mejores del mundo desde hace ya unos años.

Rafa posa con Sofia mientras caminan por detrás Nick Faldo y Jon Rahm. © Rafael Cabrera
Rafa posa con Sofia mientras caminan por detrás Nick Faldo y Jon Rahm. © Rafael Cabrera

Como sabéis, cada miércoles se juegan los pares 3 en Augusta, una bonita tradición. Rafa ha jugado con Rahm y Faldo y se lo han pasado estupendo. El incidente del día, no obstante, ha sido ver cómo Tony Finau se dislocaba el tobillo al celebrar su hoyo en uno y él mismo, en el campo, se lo ha recolocado, lo metió en su sitio como si nada y siguió hacia adelante. Ha sido impresionante.

Azaleas en todo su esplendor y drives rectos como velas

Hemos estado con Rahm y se le ve animado, confiado y seguro de sí mismo, muy feliz con su novia Kelley. Precisamente, hablábamos del Masters y nos decía que la Chaqueta Verde se tiene que volver para España, con cualquiera de los españoles, da igual, nos decía, como si tiene que repetir Sergio, pero lo tenemos que conseguir. ¡¡Ojalá sea así!!

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En cuanto a las sensaciones que continuamente te van asaltando en Augusta, para mí hay una muy especial. Cada día comemos todos en la Casa Club y la verdad es que es algo extraordinario. Pensar que estás almorzando en la misma habitación donde se celebra cada año la Cena de Campeones es un privilegio extraordinario. La comida, ya saben, americana de cafetería, nada del otro mundo, pero eso aquí es lo de menos, lo más importante es saber que estás sentado comiendo en un lugar que tiene tanta historia y en un edificio que representa tanto. Todo eso tiene un valor incalculable.

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Después de los Pares 3, Rafa se fue al campo de prácticas con su entrenador, David Leadbetter, y estuvo trabajando, puliendo cosas. No es porque sea su padre, que conste, pero fue el último en marcharse del campo junto a un golfista asiático que estaba en la otra esquina. Siempre hay cosas que corregir y la verdad es que Rafa trabaja mucho. Me quedo con los maderazos que estaba pegando para acabar, hasta el público que estaba allí sentado aplaudía, algo que no es muy habitual en un campo de prácticas. Ver cómo volaba la bola era una delicia.

Rafa, en el campo de prácticas de Augusta. © Rafael Cabrera
Rafa, en el campo de prácticas de Augusta. © Rafael Cabrera

Bueno, me despido cruzando los dedos, confiando en que tengamos un buen inicio y Rafa pueda empezar con buen pie, y a disfrutar de las sensaciones de estar en un lugar privilegiado. Para acabar con una sonrisa, os cuento la broma que Rafa les hizo ayer a Olazábal y Cabrera al llegar al tee del hoyo 10: “¡Oye, qué estupendo, entre los tres sumamos tres Chaquetas Verdes!”. Chema y Ángel se partían de risa…

* Rafael Cabrera es el padre de Rafa Cabrera Bello