Evoluciona la previsión del tiempo en el PGA Championship y la primera buena noticia ha sido que hoy la lluvia va a ofrecer una tregua. En principio, salvo que caiga algún chubasco aislado y débil, la primera jornada del cuarto Major de la temporada será seco.
Un alivio, aunque conviene no confiarse, ya que la predicción mantiene firme la amenaza de lluvia para el resto de los días, una lluvia por cierto que no afectará a todos por igual. Si se cumple la previsión, las primeras horas del viernes estarán nubladas, pero sin agua. El parte oficial del PGA Championship dice que la tormenta y los chaparrones llegarán con fuerza a partir de las doce del mediodía, lo que significa que hay una mitad de jugadores que, en principio, saldrá beneficiada. Se trata, lógicamente de los que hoy juegan por la tarde (en principio no va a llover) y mañana por la mañana, mientras que los que están jugando hoy por la mañana tendrá que sacar el paraguas en la segunda ronda.
El sábado y el domingo se repite la tónica. Las primeras horas de la mañana estarán secas y la lluvia hará acto de presencia conforme avancen las horas. Se esperan lluvias fuertes para viernes, sábado y domingo. Tanto es así que no habría que descartar que, por ejemplo, el domingo se decida adelantar los horarios de salida, aunque el drenaje de Quail Hollow debería estar preparado para recibir el agua prevista.
Sea como fuere, lo que más preocupa son las tormentas. Se espera que pasen cerca del recorrido de Charlotte y ya dependerá de la suerte y del viento que se coloquen sobre el PGA y obliguen a suspender. Habrá que seguir cruzando los dedos.
